Si a ustedes los están vituperando por el nombre de Cristo, son felices, porque el espíritu de Dios descansa sobre ustedes (1 Ped. 4:14).
Recordemos que en el primer siglo la mayoría de la gente odiaba a los cristianos verdaderos. ¿Pueden las palabras inspiradas del texto de hoy aplicarse a nosotros, que somos testigos de Jehová? Claro que sí, porque también somos testigos de Jesús; damos testimonio sobre su reinado. En realidad, ser objeto de odio por llevar el nombre de Jehová es lo mismo que ser vituperados “por el nombre de Cristo”, quien dijo a sus adversarios: “Yo he venido en el nombre de mi Padre, pero ustedes no me reciben” (Juan 5:43). Así pues, la próxima vez que nos traten mal en nuestro ministerio, podemos sentirnos animados. ¿Por qué? Porque eso significa que tenemos la aprobación de Dios y que su espíritu “descansa” sobre nosotros. Al mismo tiempo, recordemos que en muchas partes del mundo se están logrando magníficos aumentos. w14 15/7 4:14-16
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