Martes 17 de mayo
Resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres, para que ellos vean sus obras excelentes y den gloria al Padre de ustedes que está en los cielos (Mat. 5:16).
Moisés siguió con cuidado las detalladas instrucciones que Jehová le dio para construir el tabernáculo y organizar el sacerdocio (Éx. 39:32; 40:12-16). ¿Cómo nos beneficiamos nosotros de que cumpliera aquellas tareas fielmente? Pues bien, como explicó el apóstol Pablo, el tabernáculo y el sacerdocio simbolizaron cosas buenas que vendrían en el futuro (Heb. 9:1-5, 9; 10:1). Las tareas que Dios encarga a sus siervos van cambiando a medida que se cumple su propósito; pero siempre glorifican a Jehová y benefician a los seres humanos fieles. Sin duda, así sucedió con todo lo que Jesús logró, tanto antes de venir a la Tierra como durante su vida humana (Juan 4:34; 17:4). Y lo mismo ocurre con la obra que hoy tenemos a nuestro cargo (1 Cor. 15:58). w14 15/10 3:5, 6
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