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martes, 31 de mayo de 2016

Háganse bondadosos unos con otros, tiernamente compasivos (Efes. 4:32).
Algo importantísimo para que el matrimonio sea fuerte es hablarse con cariño. Por desgracia, algunos se dirigen con más respeto a completos extraños que a su propia pareja. ¡Y hay quienes hasta tratan mejor a sus mascotas! Si se hablan con “amargura maliciosa y cólera e ira y gritería y habla injuriosa”, solo consiguen debilitar las defensas espirituales de su matrimonio (Efes. 4:31). En vez de minar su relación con constantes críticas o comentarios sarcásticos, las parejas deben reforzarla hablándose con cariño y ternura, y sin herir sus sentimientos. Los matrimonios no resolverán sus problemas gritando o negándose la palabra. Por otro lado, si impiden que los desacuerdos se vuelvan frecuentes o que acaben en discusiones interminables, lograrán fortalecer su relación. Por eso, incluso en momentos difíciles, usemos palabras amables y un tono agradable (Col. 4:6). w15 15/1 4:13-15

viernes, 27 de mayo de 2016

Guárdense de toda suerte de codicia (Luc. 12:15).
La codicia quizás comience con un simple deseo. Pero si no se corrige, puede crecer rápidamente hasta dominar a la persona. El relato de Acán ilustra lo poderosa que es y lo rápido que puede crecer. Acán confesó: “Cuando llegué a ver entre el despojo un vestido oficial de Sinar, uno de buena apariencia, y doscientos siclos de plata y una barra de oro, que pesaba cincuenta siclos, entonces los quise, y los tomé”. En vez de rechazar su mal deseo, codiciosamente robó aquellas cosas y las escondió en su tienda. Cuando el pecado de Acán salió a la luz, Josué le dijo que Jehová lo iba a castigar. Ese mismo día él y su familia murieron apedreados (Jos. 7:11, 21, 24, 25). La codicia es un peligro que puede entramparnos en cualquier momento. Es posible que de vez en cuando tengamos un mal pensamiento o imaginemos algo inmoral, pero es vital que dominemos lo que pensamos y no permitamos que nuestros deseos crezcan hasta el punto de llevarnos a pecar (Sant. 1:14, 15). w14 15/8 4:13

jueves, 26 de mayo de 2016

Si a ustedes los están vituperando por el nombre de Cristo, son felices, porque el espíritu de Dios descansa sobre ustedes (1 Ped. 4:14).

Recordemos que en el primer siglo la mayoría de la gente odiaba a los cristianos verdaderos. ¿Pueden las palabras inspiradas del texto de hoy aplicarse a nosotros, que somos testigos de Jehová? Claro que sí, porque también somos testigos de Jesús; damos testimonio sobre su reinado. En realidad, ser objeto de odio por llevar el nombre de Jehová es lo mismo que ser vituperados “por el nombre de Cristo”, quien dijo a sus adversarios: “Yo he venido en el nombre de mi Padre, pero ustedes no me reciben” (Juan 5:43). Así pues, la próxima vez que nos traten mal en nuestro ministerio, podemos sentirnos animados. ¿Por qué? Porque eso significa que tenemos la aprobación de Dios y que su espíritu “descansa” sobre nosotros. Al mismo tiempo, recordemos que en muchas partes del mundo se están logrando magníficos aumentos. w14 15/7 4:14-16

martes, 24 de mayo de 2016

Una palabra a su tiempo apropiado, ¡oh, cuán buena es! (Prov. 15:23.)
Podemos estimular a los hermanos a progresar espiritualmente invitándolos a trabajar con nosotros. Si un joven es hábil con la tecnología, un anciano podría pedirle que imprimiera alguna información de jw.org que animara a los hermanos mayores que no tienen computadora. O si estamos efectuando trabajos de limpieza o reparación en el Salón del Reino, ¿por qué no pedirle a un joven que nos ayude? Eso nos permitirá observarlo, así como felicitarlo y ver el efecto que esto tiene en él. Más y más personas están entrando en la congregación mundial, y todos los cristianos con experiencia —no solo los ancianos— pueden ayudar a los jóvenes y a los recién bautizados a desarrollar todo su potencial. De ese modo, cada vez habrá más hermanos que sean ministros de tiempo completo y que estén “capacitados para enseñar a otros” (2 Tim. 2:2). w14 15/6 4:18, 19
Dios no es Dios de desorden, sino de paz (1 Cor. 14:33).
Jehová, el Creador del universo, lo hace todo de manera organizada. Su primera creación fue su Hijo unigénito, un ser espiritual a quien se le llama “la Palabra” por ser el principal portavoz de Dios. La Palabra le ha servido por millones de años. La Biblia dice: “En el principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios”. Hace poco más de dos mil años, Dios envió a la Palabra a la Tierra, donde fue un hombre perfecto, Jesucristo, y donde cumplió fielmente la voluntad de su Padre (Juan 1:1-3, 14). Antes de venir a la Tierra, el Hijo de Dios fue el leal “obrero maestro” de Jehová (Prov. 8:30). Por medio de él, Dios creó millones y millones de ángeles en el cielo (Col. 1:16). Acerca de estos, la Biblia señala: “Había mil millares que seguían ministrándole” (Dan. 7:10). Estas numerosas criaturas espirituales están tan bien organizadas que se las llama “los ejércitos” de Jehová (Sal. 103:21). w14 15/5 3:1, 2

lunes, 23 de mayo de 2016

No me des ni pobreza ni riqueza (Prov. 30:8).
Jehová no quiere que sus siervos vivan en la miseria, y es cierto que la migración es uno de los remedios más antiguos contra la pobreza (Sal. 37:25). Para que su familia no muriera de hambre, Jacob envió a sus hijos a Egipto a comprar alimentos (Gén. 42:1, 2). Hoy día, la mayoría de quienes deciden irse a vivir a otro lugar no lo hacen porque pasen hambre. Pero es posible que los aplasten las deudas o simplemente quieran que su familia viva más cómoda. En tiempos de Jesús también había mucha gente pobre y desvalida, y es probable que muchos pensaran que teniendo más dinero se sentirían más felices y seguros (Mar. 14:7). Pero Jesús no quería que confiaran en riquezas pasajeras, sino en Jehová, la Fuente de riquezas permanentes. En el Sermón del Monte explicó que la felicidad y seguridad verdaderas no dependen de lo que tengamos ni de lo mucho que trabajemos, sino de nuestra amistad con Jehová. w14 15/4 3:4, 5

domingo, 22 de mayo de 2016

Les encargó sus bienes (Mat. 25:14).
La ilustración de los talentos dice que el amo tenía tres esclavos. A uno le dio cinco talentos, a otro le dio dos, y al último, uno (Mat. 25:15). Aunque no todos recibieron la misma cantidad de talentos, el amo esperaba que los tres fueran diligentes y negociaran con ellos. ¿Qué quiere decir esto? Que los seguidores de Jesús debían dar el máximo en la predicación (Mat. 22:37; Col. 3:23). En el Pentecostés del año 33, los discípulos de Cristo comenzaron a negociar con los talentos. ¿Se tomaron en serio la obra de predicar y hacer discípulos? Por supuesto, y el libro de Hechos así lo confirma (Hech. 6:7; 12:24; 19:20).Tras la muerte de los apóstoles, Satanás hizo que la apostasía se extendiera. De ahí que, por muchos siglos, no se predicara de manera organizada. Pero eso cambiaría durante el tiempo de “la siega” en los últimos días (Mat. 13:24-30, 36-43). w15 15/3 3:4, 8

sábado, 21 de mayo de 2016

Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones (Mat. 24:14).
Los cristianos sabían que no podrían cumplir con su comisión solos. Jesús les había asegurado que él estaría con ellos y que también tendrían la ayuda del espíritu santo (Mat. 28:20). Además, parece que las circunstancias de aquella época facilitaron la predicación. El libro La evangelización en la iglesia primitiva explica: “No hubo, probablemente, período de la historia del mundo que mejor se adaptara para recibir al naciente cristianismo que el siglo 1 d.C. [...] Allá por el siglo 2 los cristianos [...] comenzaron a sostener que la divina providencia había preparado al mundo para el advenimiento del cristianismo”. La Biblia no dice hasta qué punto intervino Jehová en los sucesos del primer siglo para que la predicación se extendiera. Lo que sí sabemos es que él quería que las buenas nuevas se predicaran, y Satanás no. w15 15/2 3:1, 5, 6

viernes, 20 de mayo de 2016

Una cuerda triple no puede ser rota en dos pronto (Ecl. 4:12).
Si el esposo y la esposa son leales y sumisos a Jehová, quien creó el matrimonio, su relación tendrá una base sólida. ¿Cómo pueden incluir a Dios en su matrimonio? Siguiendo su guía y consejos. Al pueblo de Dios de la antigüedad se le dijo: “Tus propios oídos oirán una palabra detrás de ti que diga: ‘Este es el camino. Anden en él’, en caso de que ustedes se fueran a la derecha o en caso de que se fueran a la izquierda” (Is. 30:20, 21). Hoy en día, los matrimonios “escuchan” lo que Jehová dice cuando leen juntos su Palabra (Sal. 1:1-3). También pueden fortalecer su relación si hacen que su adoración en familia sea agradable y los renueve espiritualmente. Y si además oran juntos todos los días, podrán resistir los constantes ataques de este mundo de Satanás. Si ambos hacen todo lo posible por incluir a Jehová en su relación y participan juntos en actividades espirituales, estarán unidos a él y también se sentirán más cerca el uno del otro. w15 15/1 3:5, 6

jueves, 19 de mayo de 2016

¡Sálganse de este lugar, porque Jehová va a arruinar la ciudad! (Gén. 19:14.)
En la antigüedad, Jehová protegió con gusto a sus siervos cuando se ayudaron unos a otros en momentos difíciles. En nuestro tiempo, los siervos de Dios de todas las edades podemos aprender del ejemplo de personajes bíblicos. Empecemos por analizar lo que le pasó a Lot. Él y su familia estaban en peligro, pues Sodoma, la ciudad donde vivían, iba a ser destruida. Así que unos ángeles le advirtieron que se fuera y buscara refugio en las montañas. Le dijeron: “¡Escapa por tu [vida]!” (Gén. 19:12-22). Lot obedeció, y sus dos hijas cooperaron y salieron de la ciudad con él. Pero cuando Lot les dijo a sus futuros yernos que tenían que abandonar el lugar, ellos pensaron “que bromeaba”. Y eso les costó la vida. Solo Lot y sus hijas, que no se separaron de él, sobrevivieron. w14 15/12 3:5, 6

martes, 17 de mayo de 2016

Miércoles 18 de mayo
No debes tomar venganza ni tener rencor contra los hijos de tu pueblo; y tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo (Lev. 19:18).

Para agradar a Dios, debemos obedecer siempre sus leyes y principios, y nunca restarles importancia ni adoptar una actitud indiferente. Aunque ya no estamos obligados a cumplir la Ley que dio a Moisés, esta nos ayuda a percibir lo que es correcto o incorrecto desde el punto de vista de Dios. Por ejemplo, Jehová no quiere que nos venguemos ni que guardemos rencor (Rom. 12:19). Si pasáramos por alto lo que nos pide, estaríamos manchando su nombre y agradando a Satanás. Por eso, cuando alguien nos ofende, no debemos permitir que el resentimiento se apodere de nosotros. La Biblia dice que somos “vasos [o recipientes] de barro” llenos de un tesoro: el ministerio (2 Cor. 4:1, 7). No podemos meter en el mismo recipiente un tesoro tan valioso como el ministerio y un ácido tan corrosivo como el rencor. w14 15/11 3:3, 4
Martes 17 de mayo
Resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres, para que ellos vean sus obras excelentes y den gloria al Padre de ustedes que está en los cielos (Mat. 5:16).

Moisés siguió con cuidado las detalladas instrucciones que Jehová le dio para construir el tabernáculo y organizar el sacerdocio (Éx. 39:32; 40:12-16). ¿Cómo nos beneficiamos nosotros de que cumpliera aquellas tareas fielmente? Pues bien, como explicó el apóstol Pablo, el tabernáculo y el sacerdocio simbolizaron cosas buenas que vendrían en el futuro (Heb. 9:1-5, 9; 10:1). Las tareas que Dios encarga a sus siervos van cambiando a medida que se cumple su propósito; pero siempre glorifican a Jehová y benefician a los seres humanos fieles. Sin duda, así sucedió con todo lo que Jesús logró, tanto antes de venir a la Tierra como durante su vida humana (Juan 4:34; 17:4). Y lo mismo ocurre con la obra que hoy tenemos a nuestro cargo (1 Cor. 15:58). w14 15/10 3:5, 6

lunes, 16 de mayo de 2016

Lunes 16 de mayo
Al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal (Prov. 13:20).

Un hijo podría desviarse poco a poco de la verdad, quizá atraído por malas compañías o diversiones poco recomendables. Para evitar que eso les pase a sus hijos, no pierda tiempo si detecta en ellos algún punto débil. Ayúdelos enseguida a mejorar en esos aspectos. Afiance también las buenas cualidades que ya tienen (2 Ped. 1:5-8). La adoración en familia es una ocasión ideal para hacerlo. El Ministerio del Reino de octubre de 2008 recalcó: “Exhortamos a los cabezas de familia a asumir su responsabilidad ante Jehová y encargarse de seguir fielmente un buen programa de estudio bíblico en familia”. ¿Está usted aprovechando al máximo esa oportunidad para pastorear a sus hijos? Puede estar seguro de que ellos valoran los esfuerzos que hace por ayudarlos espiritualmente (Mat. 5:3; Filip. 1:10). w14 15/9 3:10, 11

sábado, 14 de mayo de 2016

Sábado 14 de mayo
Deben resultar santos, porque yo Jehová su Dios soy santo (Lev. 19:2).

Los israelitas debían enseñar a sus hijos a ser santos, es decir, a vivir de acuerdo con las normas de Jehová (Deut. 6:6, 7). Aquel fue un magnífico ejemplo para los padres cristianos de hoy, pues también deben enseñarles a vivir de tal modo que contribuyan a la alabanza del glorioso nombre de Dios (Prov. 1:8; Efes. 6:4). Cuando eran fieles, los israelitas daban un magnífico testimonio a las naciones vecinas acerca del nombre de Dios. Se les había dicho: “Todos los pueblos de la tierra tendrán que ver que el nombre de Jehová ha sido llamado sobre ti, y de veras tendrán miedo de ti” (Deut. 28:10). Pero la historia de la nación fue mayormente un registro de infidelidades. Una y otra vez cayeron en la adoración de ídolos. Se volvieron tan crueles como los dioses cananeos a los que adoraban, de modo que sacrificaron a sus hijos y oprimieron a los pobres. ¡Qué impactante lección para que siempre luchemos por ser santos imitando al Santísimo, ya que llevamos su nombre! w14 15/7 3:6, 7

jueves, 12 de mayo de 2016

Viernes 13 de mayo
Los miembros del cuerpo que parecen ser más débiles son necesarios (1 Cor. 12:22).

La ilustración de Pablo sobre el cuerpo humano nos enseña que todos los miembros de la congregación son útiles. Satanás quiere hacernos creer que no servimos para nada y no le importamos a Dios (Job 4:18, 19). Pero Jehová considera necesarios a todos sus siervos, incluso a los que parecen más débiles. Esa idea nos ayudará a sentirnos a gusto con el papel que tenemos en nuestra congregación y contentos de ser parte de la congregación mundial de siervos de Dios. Piense en alguna ocasión en que, por ejemplo, llevó del brazo a una persona mayor que necesitaba ayuda. Sin duda, usted tuvo que ajustar su paso. Eso ayudó a la persona, pero ¿verdad que usted se sintió bien? Cuando ayudamos a los demás en sus necesidades, sentimos el gozo que produce cuidarlos y nos volvemos más pacientes, amorosos y maduros (Efes. 4:15, 16). Nuestro cariñoso Padre quiere que valoremos a todos los hermanos, sin importar sus limitaciones. Si lo hacemos, la congregación será más equilibrada y amorosa. w14 15/6 3:5
Jueves 12 de mayo
Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno (Col. 4:6).

En el ministerio quizás encontremos a alguien que cree que toda la gente buena va al cielo. Esta creencia sin duda influirá en su modo de interpretar la Biblia. Supongamos que acabamos de leer Revelación 21:4. La persona quizás piense que las bendiciones que allí se mencionan se refieren a la vida en el cielo. ¿Cómo podríamos ayudarla? En vez de leer otros textos bíblicos, podríamos dirigir su atención a unas palabras de ese mismo versículo, las que dicen que “la muerte no será más”, y preguntarle: “¿No le parece que para que algo no sea más, primero tuvo que existir?”. Probablemente dirá que sí. Entonces podríamos señalar que en el cielo nunca ha habido muerte; la gente solo muere aquí, en la Tierra. Lógicamente, pues, Revelación 21:4 tiene que referirse a bendiciones que se disfrutarán en la Tierra (Sal. 37:29). w14 15/5 1:11

miércoles, 11 de mayo de 2016

Miércoles 11 de mayo
Me consideró fiel y me asignó un ministerio (1 Tim. 1:12).

Jehová nos ha dado una comisión y nos ayuda a cumplirla. ¿Cómo? Primero, nos da esta garantía: “Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré. Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia” (Is. 41:10). Segundo, él fortalece nuestra confianza en sus promesas: “Lo he hablado; también lo haré venir. Lo he formado, también lo haré” (Is. 46:11). Tercero, nos da “el poder que es más allá de lo normal” (2 Cor. 4:7). Y cuarto, nuestro amoroso Padre nos ayuda a aguantar en nuestra asignación rodeándonos de una hermandad mundial de verdaderos siervos suyos que continuamente están “consolándose unos a otros y edificándose” (1 Tes. 5:11). A medida que Jehová nos capacita para cumplir nuestras asignaciones en su servicio, nuestra fe en él crece y comprendemos que esas asignaciones son más valiosas que cualquier tesoro de este mundo. w14 15/4 1:12, 13

lunes, 9 de mayo de 2016

Martes 10 de mayo
El reino de los cielos llegará a ser semejante a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del novio (Mat. 25:1).

El novio de esta parábola es Jesús. Lo sabemos porque ya anteriormente se había comparado a sí mismo con un novio (Luc. 5:34, 35). Las vírgenes son el “rebaño pequeño” de cristianos ungidos. ¿Cómo llegamos a esa conclusión? Según la parábola, las vírgenes debían estar preparadas y tener las lámparas encendidas para cuando llegara el novio. Pues bien, Jesús dio a sus seguidores ungidos instrucciones muy parecidas: “Estén ceñidos sus lomos y encendidas sus lámparas, y sean ustedes mismos como hombres que esperan a su amo cuando vuelve de las bodas” (Luc. 12:32, 35, 36). Además, los apóstoles Pablo y Juan compararon a los ungidos con vírgenes (2 Cor. 11:2; Rev. 14:4). De modo que el consejo y la advertencia de la parábola que encontramos en Mateo 25:1-13 es para los ungidos. w15 15/3 2:2, 4

domingo, 8 de mayo de 2016

Lunes 9 de mayo
¿Quién eres, para que estés juzgando a tu prójimo? (Sant. 4:12.)

Cuando somos humildes, reconocemos que nuestra autoridad es limitada y que no tenemos derecho a juzgar a los demás; no criticamos sus errores ni cuestionamos sus motivos (Luc. 6:37). Gracias a la humildad, evitamos ser “justo[s] en demasía” con quienes no tienen las mismas habilidades que nosotros ni las mismas responsabilidades (Ecl. 7:16). Los ancianos que son humildes no se creen superiores a los demás cristianos. En vez de eso, consideran “con humildad mental que los demás son superiores” a ellos y se portan “como uno de los menores” (Filip. 2:3; Luc. 9:48). Lo que decimos refleja si somos humildes o no (Luc. 6:45). La persona humilde no habla solo de sus propios logros (Prov. 27:2). Se fija en las cualidades que tienen los demás cristianos y los felicita por las cosas buenas que hacen (Prov. 15:23). w15 15/2 1:8, 10
Domingo 8 de mayo
Muéstrense agradecidos (Col. 3:15).

¿Por qué debemos tener cuidado para no perder el aprecio por la bondad de Jehová? Porque hemos heredado la tendencia a ser desagradecidos. Pensemos: Adán y Eva, nuestros primeros padres, vivían en un paraíso y tenían todas sus necesidades cubiertas y una vida eterna por delante (Gén. 1:28). Pero no lo valoraron; fueron codiciosos, quisieron más. ¿El resultado? Lo perdieron todo (Gén. 3:6, 7, 17-19). La gente en general es desagradecida, y su influencia podría hacer que perdiéramos de vista todo lo que Jehová ha hecho por nosotros. Podríamos dar por sentado el honor de ser sus amigos y ya no valorar el privilegio de formar parte de nuestra hermandad internacional. Es muy fácil dejarse enredar por este mundo que está a punto de desaparecer (1 Juan 2:15-17). Para evitar esa trampa, debemos meditar en nuestras bendiciones y agradecer a Jehová el privilegio de estar en su pueblo (Sal. 27:4). w15 15/1 1:5, 8

sábado, 7 de mayo de 2016

Sábado 7 de mayo
El reino de los cielos es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres grandes medidas de harina, hasta que toda la masa quedó fermentada (Mat. 13:33).

Esta parábola se refiere al mensaje del Reino y el efecto que produce. “La masa” representa a personas de todas las naciones, y el efecto de la levadura, a la manera como se propaga el mensaje del Reino gracias a la predicación. La acción de la levadura es imperceptible en un principio. Los resultados solo se ven pasado algún tiempo. Jesús utilizó esta parábola para mostrar que el mensaje del Reino tiene el poder de expandirse “hasta la parte más distante de la tierra” y de transformar la vida de las personas (Hech. 1:8). Claro está, esos cambios no siempre son tan obvios al principio. Pero sabemos que ocurren, no solo porque cada vez más personas aceptan el mensaje, sino por los cambios que hacen en su personalidad (Rom. 12:2; Efes. 4:22, 23). w14 15/12 1:10, 11

jueves, 5 de mayo de 2016

Viernes 6 de mayo
David vio de antemano y habló respecto a la resurrección del Cristo, que ni fue abandonado en el Hades ni su carne vio corrupción (Hech. 2:31).

La Palabra de Dios había predicho que Jesús resucitaría. Por ejemplo, David habló de alguien, a quien llamó “leal”, que no sería dejado “en el Seol”, en la tumba (Sal. 16:10). ¿A quién se refería? En el Pentecostés del año 33 de nuestra era, el apóstol Pedro dejó claro que se refería a Jesús (Hech. 2:23-27). Una razón para creer en la resurrección es que muchas personas vieron a Jesús resucitado. Durante los cuarenta días que siguieron a su resurrección, se apareció a sus discípulos en el jardín donde estaba su tumba, en el camino a Emaús y en otros lugares (Luc. 24:13-15). En ocasiones habló con una sola persona —por ejemplo, con Pedro— y en otras se dirigió a varias. De hecho, ¡una vez se apareció a más de quinientas! Desde luego, nadie puede dudar de lo que vieron tantos testigos. w14 15/11 1:11, 12

miércoles, 4 de mayo de 2016

Jueves 5 de mayo
Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella (Gén. 3:15).

La mujer que produce la descendencia es “la Jerusalén de arriba”, la parte celestial de la organización de Dios, compuesta por las criaturas espirituales fieles (Gál. 4:26, 31). Como garantizó el pacto con Abrahán, la descendencia de la mujer traería bendiciones a la humanidad (Gén. 12:1-3). El pacto con Abrahán sienta la base legal para el Reino de los cielos. Abre el camino para que lo hereden el Rey y quienes gobernarán con él (Heb. 6:13-18). Continuará existiendo hasta que el Reino mesiánico destruya a los enemigos de Dios y todas las familias de la Tierra hayan sido bendecidas (1 Cor. 15:23-26). Sin embargo, Génesis 17:7 dice que es “un pacto hasta tiempo indefinido”, es decir, para siempre. ¿Por qué? Porque todos los que entonces vivan en la Tierra se beneficiarán eternamente. Como vemos, el pacto con Abrahán demuestra que Jehová está decidido a cumplir su propósito de que seres humanos justos “llenen la tierra” (Gén. 1:28). w14 15/10 1:6, 11, 12

martes, 3 de mayo de 2016

Miércoles 4 de mayo
Tenemos que entrar en el reino de Dios a través de muchas tribulaciones (Hech. 14:22).

¿Le sorprende que tengamos que pasar por “muchas tribulaciones” antes de alcanzar el premio de la vida eterna? Probablemente no. Sea que haya conocido la verdad hace poco o hace muchos años, usted sabe que las tribulaciones, o dificultades, son parte de la vida en este mundo de Satanás (Rev. 12:12). Además de lo que es “común a los hombres” —problemas que afectan a todos los seres humanos imperfectos—, los cristianos afrontamos otra prueba más (1 Cor. 10:13). ¿Cuál es? La intensa persecución que sufrimos por obedecer fielmente las leyes de Dios. Jesús dijo a sus discípulos: “El esclavo no es mayor que su amo. Si ellos me han perseguido a mí, a ustedes también los perseguirán” (Juan 15:20). ¿Quién está detrás de la persecución? Satanás. La Biblia lo describe como un “león rugiente” que intenta “devorar” a los siervos de Dios (1 Ped. 5:8). Como tal, usa cualquier medio a su alcance para que dejemos de ser leales. w14 15/9 2:1, 2

domingo, 1 de mayo de 2016

Lunes 2 de mayo
Están subvirtiendo la fe de algunos (2 Tim. 2:18).

Timoteo y otros cristianos fieles estaban muy preocupados por la conducta de los apóstatas. Tal vez algunos no comprendieran por qué se permitía que esos individuos siguieran en la congregación. Quizás se preguntaran si Jehová realmente notaba la diferencia entre su lealtad incondicional y la hipocresía de aquellos apóstatas (Hech. 20:29, 30). La carta de Pablo de seguro fortaleció la fe de Timoteo, pues le recordó que Jehová había destruido por su hipocresía a Coré y a sus seguidores. Había dejado claro que los rechazaba. En cambio, había demostrado que al fiel Aarón lo aprobaba. En realidad, el apóstol estaba diciendo que aunque en la congregación hubiera cristianos falsos, Jehová reconocería a los que de verdad le pertenecían, como hizo en tiempos de Moisés (Núm. 26:10). Jehová nunca cambia; es totalmente confiable. Él odia la injusticia, y a su debido tiempo les ajusta las cuentas a los pecadores que no se arrepienten. w14 15/7 1:3, 10-12