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martes, 30 de diciembre de 2014

Miércoles 31 de diciembre

 
Del corazón salen razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, hurtos, testimonios falsos, blasfemias (Mat. 15:19).

Un hermano con un corazón insensible podría cometer adulterio o fornicación, y si no se arrepintiera, podría perder para siempre el favor divino. Pero incluso un cristiano que no ha cometido tales pecados podría estar alimentando un mal deseo en su corazón (Mat. 5:27, 28). Ahí es donde un buen autoexamen puede ser de mucha ayuda. Si lo lleváramos a cabo, ¿encontraríamos algún sentimiento impropio hacia alguien del sexo opuesto, algún anhelo secreto que Dios no aprobaría y que deberíamos arrancar? ¿Y qué hay de aquel que no ha llegado a cometer un asesinato pero deja que el rencor crezca en su interior hasta el punto de odiar a un hermano en la fe? (Lev. 19:17.) ¿Luchará por desarraigar esos sentimientos que podrían endurecerle el corazón? (Mat. 5:21, 22.) w13 15/3 2:13, 14
 

Martes 30 de diciembre



Amaban la gloria de los hombres más que la misma gloria de Dios (Juan 12:43).

La gloria de los hombres puede oscurecer la gloria divina. ¿Cómo es posible? Para entenderlo, comparemos la gloria a la luz. El universo está lleno de luz. ¿Recuerda la última noche que miró al cielo y descubrió un manto de miles de estrellas? “La gloria de los cuerpos celestes” nos deja boquiabiertos (1 Cor. 15:40, 41). Ahora bien, cuando miramos al cielo en una ciudad muy iluminada, ¿se ve igual? Claro que no. Las luces de la ciudad casi no nos dejan disfrutar del brillo de las lejanas estrellas. Esto no se debe a que las luces de las calles, los estadios deportivos o los edificios sean más brillantes y hermosas que las del cielo, sino a que están más cerca de nosotros y estorban nuestra visión de la creación de Jehová. Como las luces de la ciudad, la gloria de los hombres pudiera estar muy cerca de nuestro corazón e impedir que valoráramos la gloria que Jehová quiere darnos. w13 15/2 4:6, 8, 9

lunes, 29 de diciembre de 2014

Lunes 29 de diciembre



No que seamos nosotros amos sobre la fe de ustedes, porque espor su fe que están firmes (2 1:24

Con las palabras que leemos en el texto de hoy, el apóstol Pablo reconoció que los cristianos de Corinto eran fieles gracias a su fe en Dios, no gracias a él o a otras personas. Opinaba que no era necesario controlar la fe de sus hermanos, y tampoco lo deseaba, pues confiaba en que ellos querían hacer lo correcto (2 Cor. 2:3). Los superintendentes cristianos de nuestros días imitan al apóstol Pablo, pues demuestran su confianza en la fe y los motivos que tienen sus hermanos para servir a Dios (2 Tes. 3:4). En vez de establecer reglas rígidas en la congregación, siguen los principios bíblicos y la dirección que da la organización de Jehová. Al fin y al cabo, no son dueños de la fe de los demás (1 Ped. 5:2, 3). w13 15/1 5:3


sábado, 27 de diciembre de 2014

Domingo 28 de diciembre

Domingo 28 de diciembre
 
Glorificaré tu nombre hasta tiempo indefinido (Sal. 86:12).
 
En general, las iglesias de la cristiandad han dejado de emplear el nombre de Dios. Por ejemplo, cierta versión inglesa de la Biblia dice en su prólogo: “El uso de cualquier nombre propio para el Dios que es uno y único [...] es enteramente inapropiado para la fe universal de la Iglesia Cristiana” (Revised Standard Version). Los testigos de Jehová, en cambio, estamos orgullosos de portar el nombre de Dios y glorificarlo (Is. 43:10). Además, nos sentimos privilegiados por comprender el significado de ese nombre y la cuestión universal relacionada con su santificación (Mat. 6:9). Conocer el nombre de Dios significa mucho más que oír y pronunciar la palabra Jehová. Implica conocer qué clase de Dios es Jehová, sus cualidades, propósitos y actividades según se exponen en la Biblia, por ejemplo, cuando esta habla de cómo trata a sus siervos. Jehová concede este entendimiento de manera progresiva, de acuerdo con el desarrollo de su propósito (Prov. 4:18). w13 15/3 5:1-3

Sábado 27 de diciembre

 
[Abrahán] vino a ser llamado “amigo de Jehová” (Sant. 2:23).
 
Dios prometió que todas las familias de la Tierra —y no solo una nación— se bendecirían mediante Abrahán y sus descendientes (Gén. 22:15-18). A pesar de que faltaba mucho para que esa promesa divina se hiciera realidad, Abrahán siempre estuvo convencido de que se cumpliría. Pasó más de la mitad de su vida yendo de un sitio a otro con su familia, y durante todo ese tiempo conservó su amistad con Jehová. Aunque no sabía cuánto tendría que esperar, Abrahán jamás permitió que se debilitaran el amor y la devoción que sentía por Dios. Mantuvo su vista fija en la promesa, y por eso no buscó alguna nación en la cual establecer su residencia permanente (Heb. 11:14, 15). ¿Qué aprendemos de su ejemplo? La importancia de llevar una vida sencilla y no preocuparnos más de lo debido por las posesiones materiales, la posición social o el éxito profesional. Al igual que Abrahán, aguardamos algo muchísimo mejor. w12 15/12 4:7-9

viernes, 26 de diciembre de 2014

Viernes 26 de diciembre

 
[Bat-seba] envió e informó a David y dijo: “Estoy encinta” (2 Sam. 11:5).

En lugar de permitir que jueces humanos condenaran a muerte a los adúlteros según la Ley mosaica, Jehová se compadeció de David y Bat-seba e intervino personalmente (Lev. 20:10). Un factor que quizás impulsó a Jehová a perdonar a David fue la misericordia que este le tuvo a Saúl (1 Sam. 24:4-7; 2 Sam. 12:13). Jehová nos trata igual que nosotros tratamos a los demás. Jesús explicó: “Dejen de juzgar, para que no sean juzgados; porque con el juicio con que ustedes juzgan, serán juzgados; y con la medida con que miden, se les medirá” (Mat. 7:1, 2). ¡Cuánto nos alivia saber que Jehová perdona nuestros pecados, incluso si son tan graves como el adulterio o el asesinato! Pero solo lo hará si nosotros estamos dispuestos a perdonar, le confesamos nuestros pecados y demostramos un cambio de actitud. Cuando un pecador se arrepiente de corazón, vienen “tiempos de refrigerio” de parte de Jehová (Hech. 3:19). w12 15/11 4:9, 10


miércoles, 24 de diciembre de 2014

Jueves 25 de diciembre

¿Qué haré, Señor? (Hech. 22:10.)

Pablo, conocido entonces como Saulo, respondió con estas sinceras palabras a las instrucciones del Señor Jesús glorificado, quien se le había aparecido en una visión para que no siguiera persiguiendo a sus discípulos. Saulo se arrepintió de sus hechos pasados, se bautizó y aceptó la comisión especial de dar testimonio de Jesús a las naciones. Pablo difundió con celo el mensaje del Reino por toda Asia Menor y algunas regiones de Europa, donde fundó y volvió a visitar muchas congregaciones. Siguió llamando a Jesús “Señor” y obedeciéndolo como tal hasta el fin de su vida en la Tierra (Hech. 22:6-16; 2 Cor. 4:5; 2 Tim. 4:8). No fue como aquellos a quienes Cristo dijo: “¿Por qué me llaman ‘¡Señor! ¡Señor!’, pero no hacen las cosas que digo?” (Luc. 6:46). En efecto, Jesús espera que cuantos lo aceptan como su Señor cumplan con su palabra, como hizo el apóstol Pablo. w12 15/10 4:5, 6

martes, 23 de diciembre de 2014

Miércoles 24 de diciembre

Tómate una esposa de las hijas de Labán (Gén. 28:2).

Jacob obedeció a su padre Isaac. Abandonando la seguridad que le proporcionaba su familia inmediata, que vivía en Canaán, viajó cientos de kilómetros, probablemente solo, hasta la región de Harán (Gén. 28:10). Puede que se preguntara: “¿Cuánto tiempo estaré ausente? ¿Me acogerá bien mi tío y me concederá una esposa que adore a Dios?”. Cualquier preocupación de ese tipo sin duda desapareció cuando Jehová le dijo en un sueño: “Aquí estoy yo contigo y ciertamente te guardaré en todo el camino por el cual estás yendo, y ciertamente te haré volver a este suelo, porque no voy a dejarte hasta que realmente haya hecho lo que te he hablado” (Gén. 28:15). ¡Cuánto debieron de tranquilizar y consolar a Jacob aquellas afectuosas palabras! ¿Puede usted imaginárselo después de esa experiencia, ansioso por ver cómo iba a cumplir Dios su promesa? Si usted ha dejado su hogar, quizás para apoyar la predicación en otro país, con toda probabilidad entenderá los sentimientos de Jacob. Y sin duda habrá visto pruebas de la protección de Jehová en su propio caso. w13 15/3 4:6, 7

lunes, 22 de diciembre de 2014

Martes 23 de diciembre

Martes 23 de diciembre
 
En los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar (2 Tim. 3:1).
 
Hoy día hay personas que no creen en Dios, pero sí temen que este mundo esté a punto de ser destruido por un cataclismo. Por eso, su lema es: “Comamos y bebamos, porque mañana hemos de morir” (1 Cor. 15:32). Nosotros, en cambio, no tenemos miedo. No nos aislamos del mundo ni nos entregamos a deseos egoístas (Prov. 18:1). Más bien, sacrificamos voluntariamente nuestro tiempo, energías y demás recursos para difundir las buenas nuevas del Reino (Mat. 16:24). Nos encanta servir a Dios, sobre todo ayudando a otras personas a conocerlo. Ahora bien, gran parte del mundo de Satanás nos odia, así que es posible que se nos persiga por nuestras creencias (Juan 15:19; 16:2). Pero en lugar de rendirnos, nosotros nos acercaremos a Jehová mucho más de lo que jamás habríamos imaginado (Sant. 1:2-4; 4:8). w12 15/9 4:79

Lunes 22 de diciembre

El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado. ¿Quién puede conocerlo? (Jer. 17:9.)
 
Dos cuestiones de vital importancia son nuestra actitud en cuanto al sexo y nuestra forma de ver el matrimonio. Quienes no son ciudadanos del Reino de Dios quizás toleren la homosexualidad, consideren que la pornografía es una diversión inofensiva y opinen que el adulterio y el divorcio son asuntos de decisión personal. En cambio, los ciudadanos del Reino han dejado atrás esos criterios miopes y egoístas. Aunque muchos llevaban vidas inmorales antes de ser cristianos, ahora comprenden que el sexo y el matrimonio son regalos de Jehová. Valoran las elevadas normas divinas y tienen muy claro que quienes practican actos sexuales inmorales son indignos de ser ciudadanos del Reino (1 Cor. 6:9-11). Sin embargo, también reconocen que el corazón es traicionero. Por eso agradecen recibir advertencias concretas que los ayuden a mantener elevadas normas morales. w12 15/8 2:9


sábado, 20 de diciembre de 2014

Domingo 21 de diciembre

Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles (1 Cor. 15:33).

Analicemos los siguientes versículos: “No me he sentado con hombres de falsedad; ni entro con los que esconden lo que son” (Sal. 26:4). “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.” (Prov. 13:20.) Estos versículos nos enseñan lecciones muy valiosas. Primero, que Jehová quiere que elijamos bien nuestros amigos, pues desea protegernos moral y espiritualmente. Y segundo, que es inevitable que nuestras amistades influyan en nosotros, para bien o para mal. Por otro lado, la forma en que estos pasajes están redactados revela que Jehová pretende apelar a nuestros sentimientos. ¿En qué sentido? Notemos que no se trata de mandatos que nos dicen “No hagas esto o aquello”, sino de afirmaciones directas que exponen claras verdades. Es como si Jehová nos dijera: “Las cosas son así y así. Y ahora, ¿qué vas a hacer? ¿Qué hay en tu corazón?”. w12 15/7 2:11, 12

Sábado 20 de diciembre

La montaña de los olivos tendrá que partirse por en medio (Zac. 14:4).

¿Qué representa esta montaña? ¿Por qué tiene que “partirse por en medio” y convertirse en dos montañas? ¿Y por qué dice Jehová “mis montañas”? (Zac. 14:5.) En la Biblia, las montañas pueden representar reinos, o gobiernos. Y la montaña de Dios se relaciona con bendiciones y protección (Sal. 72:3; Is. 25:6, 7). Por tanto, “la montaña de los olivos”, sobre la que Dios se pone de pie, representa la soberanía universal de Jehová, es decir, su derecho a ser el Gobernante Supremo del universo. ¿En qué sentido se parte en dos “la montaña de los olivos”? La montaña, situada al este de Jerusalén, se parte en el sentido de que Jehová establece un nuevo gobierno: el Reino mesiánico. Este gobierno secundario también pertenece a Dios, aunque él lo pone en manos de Jesucristo. Por esa razón, cuando “el monte de los Olivos” se divide y forma dos montañas, Jehová las llama “mis montañas” (Zac. 14:4, nota; 14:5). w13 15/2 3:8, 9


Viernes 19 de diciembre

Los ojos de Jehová están sobre los justos, y sus oídos están hacia su ruego (1 Ped. 3:12).

Una relación estrecha con Jehová no surge de la noche a la mañana. Se requiere tiempo para llegar a conocerlo bien y amarlo. Por tanto, resuélvase a dedicar algún tiempo todos los días a leer su Palabra. Los amigos de Dios crecen espiritualmente gracias a sus oraciones sinceras y a las buenas compañías (Mal. 3:16). Como un padre amoroso, Jehová está atento a nuestras súplicas. Así pues, debemos “persever[ar] en la oración” (Rom. 12:12). No podemos seguir siendo cristianos plenamente desarrollados sin la ayuda de Dios. Las presiones de este sistema son demasiado grandes para resistirlas y superarlas por nosotros mismos. Si dejamos de orar, nos separaremos del aporte constante de fortaleza que Dios quiere y puede darnos. ¿Está usted satisfecho con la calidad de sus oraciones, o ve que debe mejorar en este aspecto? (Jer. 16:19.) w13 15/3 3:11, 12


jueves, 18 de diciembre de 2014

Jueves 18 de diciembre

 El que confía en sus riquezas... él mismo caerá (Prov. 11:28).

Si ponemos en primer lugar “el reino y la justicia de Dios”, él bendecirá los esfuerzos que con equilibrio hacemos para cubrir nuestras necesidades básicas (Mat. 6:33; Efes. 4:28). Ahora bien, Jehová no desea que al asistir a las reuniones sigamos pensando en el dinero o que estemos muy cansados por culpa del e...xceso de trabajo. En el mundo, mucha gente opina que la única manera de disfrutar de un futuro seguro y tranquilo es dedicarse a ganar dinero. Hasta presionan a sus hijos para que tengan las mismas metas materialistas. Pero Jesús enseñó que esta forma de pensar no es razonable (Luc. 12:15-21). No seamos como Guehazí, quien creyó que podía satisfacer su ambición y aun así conservar su amistad con Jehová (2 Rey. 5:20-27). Confiar en nuestros ahorros, inversiones o habilidad para ganar dinero equivale a confiar en Satanás, “el dios de este sistema” (2 Cor. 4:4; 1 Tim. 6:17). w13 15/1 3:13, 15

martes, 16 de diciembre de 2014

Miércoles 17 de diciembre


Desde el nacimiento del sol aun hasta su puesta mi nombre será grande entre las naciones (Mal. 1:11).

La apostasía comenzó a infectar a la congregación cristiana sobre todo tras la muerte de los apóstoles (2 Tes. 2:3-7). Hubo maestros falsos que incluso adoptaron la tradición judía de no emplear el nombre divino. Pero ¿permitiría Jehová que desapareciera el nombre con el que decidió ser recordado? ¡Nunca! Es cierto que no podemos determinar con exactitud cómo se pronunciaba, pero el nombre ha perdurado. A lo largo de las épocas ha aparecido en diversas traducciones de la Biblia, así como en los escritos de distintos biblistas. Para los siervos de Dios el año 1931 tuvo especial importancia, pues los Estudiantes Internacionales de la Biblia, como hasta entonces se llamó a quienes formaban el pueblo de Dios, adoptaron el nombre bíblico de testigos de Jehová (Is. 43:10-12). Así anunciaron al mundo que estaban orgullosos de ser siervos del único Dios verdadero, de ser “un pueblo para su nombre”, para alabar ese nombre (Hech. 15:14). w13 15/3 5:14, 15

lunes, 15 de diciembre de 2014

Martes 16 de diciembre


Vi otra bestia salvaje (Rev. 13:11).

En una visión, Juan vio una extraña bestia salvaje que tenía dos cuernos y hablaba como un dragón. ¿A quién representa? Pues bien, los dos cuernos indican que es una potencia dual: se trata de la potencia mundial angloamericana, solo que en una función especial (Rev. 13:11-15). Esta bestia de dos cuernos promueve la creación de una “imagen” de la bestia salvaje. Juan escribió que dicha imagen aparecería, luego desaparecería y de nuevo se levantaría. Hay una organización que encaja con esta descripción, una que fue fundada a instancias de Gran Bretaña y Estados Unidos con la intención de unir y actuar en representación de los gobiernos del mundo. Este organismo, conocido como la Sociedad de Naciones, apareció tras la Primera Guerra Mundial y desapareció cuando estalló la Segunda. Durante este conflicto, el pueblo de Dios anunció que, según la profecía de Revelación, la imagen de la bestia salvaje se levantaría de nuevo. Y de hecho así fue, pues resurgió con el nombre de Naciones Unidas (Rev. 17:8). w12 15/6 2:12, 13
Si alguno, por motivo de conciencia para con Dios, sobrelleva cosas penosas y sufre injustamente, esto es algo que agrada (1 Ped. 2:19).

Por su deseo de agradar a Jehová, la mayoría de los cristianos solteros eligen cónyuge entre sus hermanos bautizados. Pero incluso así, la situación puede dar un giro inesperado. En raras ocasiones, un cónyuge pudiera desarrollar graves problemas psicológicos o ser expulsado. ¿Qué debería hacer un cristiano si pareciera que sus lazos conyugales van a romperse sin remedio? Usted pudiera preguntarse: “¿Debo seguir intentando salvar mi matrimonio pase lo que pase?”. Nadie puede ni debe tomar esa decisión por usted. Sin embargo, aunque los lazos maritales se estén debilitando, hay buenas razones para no tirar la toalla. Jehová valora muchísimo a quienes por causa de su conciencia soportan vientos de tempestad en su matrimonio (1 Ped. 2:20). Mediante su Palabra y su espíritu, ayuda al cristiano que se esfuerza de corazón por fortalecer un vínculo conyugal debilitado. w12 15/5 2:10, 11

sábado, 13 de diciembre de 2014

Domingo 14 de diciembre

Jonatán empezó a [amar a David] como a su propia alma (1 Sam. 18:1).

Jonatán, el hijo mayor del rey Saúl, tenía todas las probabilidades de heredar el trono de Israel. Sin embargo, Jehová eligió a David para ese puesto. Jonatán respetó la decisión divina e hizo todo lo que pudo para “fortalecerle la mano” a David, arriesgando incluso su propia vida al defenderlo ante Saúl, su padre. Y lealmente animó a su amigo con estas palabras: “Tú mismo serás rey sobre Israel, y yo mismo llegaré a ser segundo a ti” (1 Sam. 20:30-34; 23:16, 17). No es de extrañar que, a la muerte de Jonatán, David expresara su dolor y el cariño que le tenía en una conmovedora canción (2 Sam. 1:17, 26). Jonatán se sometía por completo al Señor Soberano Jehová y apoyaba sin reservas a David, el ungido de Dios. Del mismo modo, nosotros debemos respaldar gustosamente a los hermanos que han sido nombrados para guiarnos (1 Tes. 5:12, 13; Heb. 13:17, 24). w12 15/4 2:8, 9

viernes, 12 de diciembre de 2014

Sábado 13 de diciembre


Supongamos que [...] ellos de hecho me dicen: “¿Cuál es su nombre?”. ¿Qué les diré? (Éx. 3:13.)

Teniendo en cuenta que el nombre de Dios se conocía desde hacía mucho, ¿qué pretendía Moisés con su pregunta? Es obvio que deseaba saber más sobre la persona representada por el nombre, conocer hechos que convencieran a su pueblo de que Dios de veras los iba a liberar. Su preocupación estaba justificada, pues como los israelitas llevaban algún tiempo siendo esclavos, tal vez dudarían de que el Dios de sus antepasados fuera capaz de liberarlos. Algunos de ellos incluso adoraban dioses egipcios (Ezeq. 20:7, 8). ¿Cómo respondió Jehová a la pregunta de Moisés? En parte, dijo: “Esto es lo que has de decir a los hijos de Israel: ‘YO RESULTARÉ SER me ha enviado a ustedes. [...] Jehová el Dios de sus antepasados [...] me ha enviado a ustedes’”. Dios prometió que llegaría a ser lo que él decidiera ser para cumplir su propósito, es decir, que siempre resultaría fiel a su palabra (Éx. 3:14, 15). w13 15/3 5:4, 5

jueves, 11 de diciembre de 2014


Los muertos [...] no tienen conciencia de nada en absoluto (Ecl. 9:5).

Los judíos tenían a su alcance la verdad sobre los muertos. Sin embargo, cuando Grecia quedó dividida entre los generales de Alejandro Magno, se intentó unir a Judá y Siria mediante la religión y la cultura griega. Como resultado, los judíos aceptaron las doctrinas falsas de que el alma humana es inmortal y que hay un lugar de tormento en el más allá. Aunque el justo Job no tenía las Escrituras, conocía la verdad sobre la muerte. Además, sabía que Jehová es un Dios amoroso y que querría resucitarlo (Job 14:13-15). Abrahán también creía en la resurrección (Heb. 11:17-19). Estos fieles siervos de Dios no pensaban que el alma humana fuera inmortal, pues es imposible resucitar a alguien que no puede morir. Seguro que el espíritu de Dios ayudó a Job y a Abrahán a comprender lo que les ocurre a los muertos y a tener fe en la resurrección. w13 15/2 2:12-14

Jueves 11 de diciembre


En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí (Juan 13:35).

Como discípulos de Cristo y testigos de Jehová estamos obligados a amarnos unos a otros. Jesús señaló que el amor mutuo es la marca que identifica a los cristianos verdaderos. Pero también amamos a quienes no forman parte de la hermandad, a las personas que no comparten nuestra fe. Ese amor cristiano es algo que todos nosotros podemos y debemos demostrar. Ahora bien, también tenemos una labor que hacer. Como Jehová nos ha dado el conocimiento de la verdad, ahora espera que llevemos ese inestimable regalo a nuestro semejante (Mat. 28:19, 20). Enseñar la verdad es una labor que se hace por amor. Claro está, cada cristiano tiene circunstancias distintas. No todos pueden hacer lo mismo en el ministerio, y Jehová lo entiende. Lo importante es hacer todo lo que personalmente podemos. Así demostramos un amor desinteresado tanto a Dios como a la gente. w12 15/12 2:11, 13, 14

martes, 9 de diciembre de 2014

Miércoles 10 de diciembre

Dense a conocer sus peticiones a Dios (Filip. 4:6).
  Cuando las dificultades nos agobien, oremos y reflexionemos en “cualquier cosa que haya digna de alabanza” (Filip. 4:6-9). Con la fuerza que Jehová nos da, podremos soportar la presión y no permitiremos que las situaciones difíciles nos hagan tropezar. Lamentablemente, algunos han dejado la carrera cristiana por las imperfecciones de los demás. Diferencias sobre asuntos de conciencia, o decisión personal, han sido su causa de tropiezo (1 Cor. 8:12, 13). Si alguien nos ofende, ¿haremos una montaña de un grano de arena? La Biblia aconseja a los cristianos que no juzguen a los demás ni insistan en los derechos personales, sino que más bien estén dispuestos a perdonar (Luc. 6:37). Cuando la conducta de alguien nos incomode, preguntémonos: “¿Juzgo a los demás según mi criterio? Puesto que sé que mis hermanos son imperfectos, ¿permitiré que un error de alguno de ellos me saque de la carrera?”. Nuestro amor por Jehová nos dará la determinación para alcanzar la meta sin importar lo que hagan los demás. w13 15/3 1:18, 19


lunes, 8 de diciembre de 2014

Martes 9 de diciembre

Tu palabra es la verdad (Juan 17:17).
 
En hebreo bíblico, el término que suele traducirse como “verdad” designa aquello que es confiable, veraz, fiel o que está demostrado. Y en griego se refiere a lo que se ajusta a los hechos o que es justo y correcto. Jehová ha protegido la verdad bíblica y ha hecho que cada vez haya más conocimiento a nuestro alcance (2 Juan 1, 2). Nuestro entendimiento de la verdad sigue aumentando, pues “la senda de los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día queda firmemente establecido” (Prov. 4:18). Estamos totalmente de acuerdo con Jesús, quien dijo en una oración a Dios las palabras que leemos en el texto de hoy. La Palabra escrita de Jehová contiene “la verdad de las buenas nuevas”, es decir, el conjunto de enseñanzas cristianas (Gál. 2:14). Entre otras cosas, la verdad incluye detalles relacionados con el nombre de Jehová, su soberanía, el sacrificio de Cristo, la resurrección y el Reino. w13 15/2 1:17, 18


Lunes 8 de diciembre

Haz lo sumo posible para presentarte aprobado a Dios, trabajador que no tiene de qué avergonzarse (2 Tim. 2:15).
Se ha dicho que la vida solo se puede entender mirando hacia atrás, pero que solo se puede vivir mirando hacia adelante. Por lo tanto, en vez de preocuparnos por el pasado, debemos concentrarnos en el presente y en el futuro. A medida que se va acercando el momento de la gran tribulación, no queremos atormentarnos pensando: “¿Podría haber hecho más en el servicio a Jehová? ¿Por qué no fui precursor cuando pude? ¿Qué me impidió esforzarme por ser siervo ministerial? ¿Hice todo lo posible por vestirme de la nueva personalidad? ¿Soy de la clase de personas que Dios quiere en su nuevo mundo?”. En realidad, estas preguntas pueden ayudarnos a ver si ahora estamos dándole a Jehová todo lo que podemos. Si no lo estamos haciendo, quizás tomemos decisiones que podríamos lamentar en el futuro. w13 15/1 4:13, 14



 





 

 
 

Lunes 8 de diciembre

Haz lo sumo posible para presentarte aprobado a Dios, trabajador que no tiene de qué avergonzarse (2 Tim. 2:15).

Se ha dicho que la vida solo se puede entender mirando hacia atrás, pero que solo se puede vivir mirando hacia adelante. Por lo tanto, en vez de preocuparnos por el pasado, debemos concentrarnos en el presente y en el futuro. A medida que se va acercando el momento de la gran tribulación, no queremos atormentarnos pensando: “¿Podría haber hecho más en el servicio a Jehová? ¿Por qué no fui precursor cuando pude? ¿Qué me impidió esforzarme por ser siervo ministerial? ¿Hice todo lo posible por vestirme de la nueva personalidad? ¿Soy de la clase de personas que Dios quiere en su nuevo mundo?”. En realidad, estas preguntas pueden ayudarnos a ver si ahora estamos dándole a Jehová todo lo que podemos. Si no lo estamos haciendo, quizás tomemos decisiones que podríamos lamentar en el futuro. w13 15/1 4:13, 14

sábado, 6 de diciembre de 2014

Domingo 7 de diciembre

 
Dios no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto (Hech. 10:34, 35).

Los que se creen superiores a las personas de otro país no solo demuestran falta de respeto, sino también ignorancia. Cierto libro señala: “Las razas de la humanidad son lo que la Biblia dice que son: hermanas” (The Races of Mankind). Los hermanos pueden ser muy diferentes, pero siguen siendo hermanos. Lo cierto es que en todos los países hay extranjeros. Ese era el caso incluso en la antigua nación de Israel, que disfrutaba de una relación especial con Jehová basada en el pacto de la Ley. Dicha Ley establecía ciertos límites a los derechos de los extranjeros, pero también obligaba a los israelitas a tratarlos con justicia y respeto. Del mismo modo, los cristianos verdaderos tratamos a todo el mundo con imparcialidad y sin prejuicios. w12 15/12 4:1, 2


Texto Biblico Diario: Sábado 6 de diciembre





Andar en el nombre de Dios implica que, debemos proclamar ese nombre, pues solo aquel que “invoque el nombre de Jehová será salvo” (Rom. 10:13). Segundo, tenemos que reflejar,  especialmente el amor (1 Juan 4:8). Y tercero, someternos de buena gana a las justas normas de nuestro Padre celestial  (1 Juan 5:3).



 ¿Está usted resuelto a andar “en el nombre de Jehová nuestro Dios hasta tiempo indefinido”?  Estamos orgullosos de llevar su nombre y de formar parte del obediente “pueblo para su nombre”.  Miramos al futuro con confianza en la promesa que se encuentra en Salmo 9:10: “Los que conocen tu nombre confiarán en ti, porque ciertamente no dejarás a los que te buscan, oh Jehová”.
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Sábado 6 de diciembre

Nosotros [...] andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios hasta tiempo indefinido, aun para siempre (Miq. 4:5).

Andar en el nombre de Dios implica por lo menos tres cosas. Primero, debemos proclamar ese nombre, pues reconocemos que solo aquel que “invoque el nombre de Jehová será salvo” (Rom. 10:13). Segundo, tenemos que reflejar las cualidades que demuestra Jehová, en especial el amor (1 Juan 4:8). Y tercero, hemos de someternos de buena gana a las justas normas de nuestro Padre celestial para no traerle ninguna deshonra a su santo nombre (1 Juan 5:3). ¿Está usted resuelto a andar “en el nombre de Jehová nuestro Dios hasta tiempo indefinido”? Nosotros hemos llegado a conocer a Jehová porque así lo quisimos. Estamos orgullosos de llevar su nombre y de formar parte del obediente “pueblo para su nombre”. Por lo tanto, miramos al futuro con confianza en la promesa que se encuentra en Salmo 9:10: “Los que conocen tu nombre confiarán en ti, porque ciertamente no dejarás a los que te buscan, oh Jehová”. w13 15/3 5:16-18

jueves, 4 de diciembre de 2014

Viernes 5 de diciembre

De los gobernantes muchos realmente pusieron fe en [Jesús], pero a causa de los fariseos no lo confesaban (Juan 12:42).

Les habría ido mucho mejor a esos gobernantes si no le hubieran dado tanta importancia a la opinión de los fariseos. Durante su ministerio, Jesús señaló por qué muchos no lo aceptaban ni tenían fe en él (Juan 5:39-44). La nación de Israel llevaba siglos esperando la llegada del Mesías, o Cristo. Daniel había profetizado el momento en que este aparecería, y puede que algunos hayan comprendido que ese momento había llegado. Tal vez por eso, al ver a Juan el Bautista predicando, muchos se preguntaron: “¿Acaso será él el Cristo?” (Luc. 3:15). Pero lamentablemente, los que conocían bien la Ley de Dios no aceptaron al Mesías. Jesús dejó bien claro por qué habían cometido ese error: “¿Cómo pueden creer ustedes, cuando aceptan gloria unos de otros y no buscan la gloria que proviene del único Dios?”. w13 15/2 4:6, 7


Jueves 4 de diciembre

No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas (Mat. 6:24).

El dinero no es malo, como tampoco lo es tratar de ganarlo honradamente (Ecl. 7:12; Luc. 19:12, 13). No obstante, “el amor al dinero” nos aleja de Jehová (1 Tim. 6:9, 10). “La inquietud de este sistema”, es decir, la preocupación excesiva por tener lo necesario para vivir, puede ahogar nuestra espiritualidad. Lo mismo sucede con “el poder engañoso de las riquezas”, o la creencia equivocada de que estas traen felicidad y seguridad duraderas (Mat. 13:22). Un punto de vista erróneo en cuanto al dinero podría meternos en problemas (Prov. 28:20). El deseo de ganar dinero rápido y fácil ha llevado a algunos a comprar billetes de lotería o a participar en sistemas de ventas multinivel, incluso envolviendo a otros miembros de la congregación. Y algunos han invertido en ciertos negocios porque se han creído la promesa de que iban a recibir grandes beneficios. No permita que la avaricia lo convierta en víctima de un fraude. Tenga sentido común: si una oferta parece demasiado buena para ser cierta, probablemente es falsa. w13 15/1 3:11, 12


Miércoles 3 de diciembre



[¿]Es él el Dios de los judíos únicamente? ¿No lo es también de gente de las naciones? (Rom. 3:29.)

En la antigua nación de Israel, la Ley establecía ciertos límites a los derechos de los extranjeros, pero también obligaba a los israelitas a tratarlos con justicia y respeto. El hecho de que los extranjeros pudieran beneficiarse de convivir con los israelitas revela cómo ve Jehová a quienes residen fuera de su país. Esto concuerda con las palabras de Pablo en el texto de hoy. Mediante el nuevo pacto, Jehová rechazó a Israel como nación elegida y en su lugar estableció una relación especial con la congregación de cristianos ungidos, que llegó a conocerse como “el Israel de Dios” (Gál. 6:16). Pablo explicó que en esta nueva nación “no hay ni griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, extranjero, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todas las cosas y en todos” (Col. 3:11). Por tanto, puede decirse que entre los cristianos ungidos no hay extranjeros. w12 15/12 4:2-4

 


 
 





lunes, 1 de diciembre de 2014

Martes 2 de diciembre


Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento (Prov. 3:5).

En armonía con la voluntad divina, a los ancianos cristianos se les ha encomendado la responsabilidad de juzgar los casos de pecados graves en la congregación. Estos hermanos no pueden ver todos los factores como lo hace Jehová, pero procuran que su decisión coincida con la guía de la Palabra de Dios y del espíritu santo. Por tanto, lo que decidan después de orar respecto a tales asuntos reflejará el punto de vista de Jehová (Mat. 18:18). Aquí es donde la lealtad entra en juego. Si los ancianos consideran que un pecador se ha arrepentido, ¿lo perdonará usted y le demostrará que lo sigue amando? (2 Cor. 2:5-8.) Tal vez le cueste, sobre todo si con su conducta le hizo daño a usted o a algún familiar suyo. Pero si confía en Jehová y en su manera de tratar las situaciones en la congregación, actuará con sabiduría y probará que de veras perdona liberalmente. w12 15/11 5:16, 17

Lunes 1 de diciembre

¡Mira! He venido [...] para hacer tu voluntad, oh Dios (Heb. 10:7).

Con estas significativas palabras, Jesús se presentó ante Dios para cumplir todo lo que se había predicho sobre la Descendencia prometida, incluida la herida que Satanás le ocasionaría “en el talón” (Gén. 3:15). Nadie se ha ofrecido jamás para cargar con una responsabilidad tan pesada. Jehová expresó desde los cielos su total confianza en que su Hijo cumpliría lo que había prometido (Luc. 3:21, 22). Jesús predicó con el ejemplo, pues su sí siempre significó sí (Mat. 5:37). No dejó que nada le impidiera cumplir la misión que había recibido de su Padre: predicar las buenas nuevas del Reino y enseñar a quienes se acercaran a él impulsados por Dios (Juan 6:44). ¿Hasta qué punto fue fiel Jesús a su promesa? La Biblia lo muestra con estas conocidas palabras: “No importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí mediante él” (2 Cor. 1:20). Así es, Jesús dio el mejor ejemplo en cuanto a cumplir lo que le había prometido a su Padre. w12 15/10 4:3, 4

Domingo 30 de noviembre

Sigue reteniendo el modelo de palabras saludables (2 Tim. 1:13).

Esas “palabras saludables” se encuentran en la Palabra de Dios (1 Tim. 6:3). Tal como el boceto de un artista ofrece una idea general del cuadro, el modelo de la verdad bíblica nos da una idea general de lo que Dios espera de nosotros. Después de adquirir conocimiento, cultivamos fe. Pero tenemos que seguir creciendo en ambos aspectos (2 Tes. 1:3). El crecimiento consiste en una serie de cambios progresivos; es aumentar, agrandar. Por lo tanto, después del bautismo debemos seguir cultivando nuestra espiritualidad para que nuestro crecimiento no se detenga. En un período inicial de estudio de la Biblia podemos crecer muy rápido y llegar a bautizarnos. Ahora bien, en los años siguientes es posible que nuestro crecimiento no sea tan evidente. Sin embargo, tenemos que seguir creciendo en fe y conocimiento hasta “la medida de estatura que pertenece a la plenitud del Cristo” (Efes. 4:13). w13 15/3 3:7-9


Sabado 29 de noviembre

La ciudad [Jerusalén] realmente será tomada (Zac. 14:2).
“La ciudad” corresponde al Reino mesiánico de Dios. Sus representantes en la Tierra son sus “ciudadanos”, es decir, los cristianos ungidos que aún no han ascendido al cielo (Filip. 3:20). Durante la Primera Guerra Mundial, los siervos de Dios eran inferiores en número y fueron blanco de mentiras, opresión y violencia. Pero sus enemigos no pudieron acabar con la religión verdadera, pues hubo cristianos ungidos que permanecieron fieles. Estos fueron “los restantes del pueblo” que se negaron a ser “cortados de la ciudad”. Las naciones seguirían atacando tanto a los cristianos ungidos como a sus leales compañeros, quienes esperan vivir para siempre en la Tierra (Rev. 12:17). Recordemos, por ejemplo, que el pueblo de Dios fue perseguido cruelmente durante la Segunda Guerra Mundial. El historial de lealtad de los ungidos anima a los siervos de Jehová de la actualidad a aguantar cualquier prueba, incluso el rechazo y la burla de familiares no Testigos o de compañeros de trabajo o escuela (1 Ped. 1:6, 7). w13 15/2 3:4-7


viernes, 28 de noviembre de 2014

Viernes 28 de noviembre


Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual (Mat. 5:3).

Los aspectos que desde hace mucho han formado parte del programa de las asambleas generan gran expectación. El “alimento [espiritual] al tiempo apropiado”, el cual nos da una mejor comprensión de las profecías y enseñanzas bíblicas, no nos llega solo a través de los discursos de las asambleas, sino también mediante las publicaciones que en ellas se presentan (Mat. 24:45). Estas a menudo sirven para ayudar a la gente a amar las verdades bíblicas. Las representaciones dramáticas animan a jóvenes y mayores a examinarse y protegerse de las presiones de este mundo. Y el discurso de bautismo nos ofrece a todos la oportunidad de reevaluar nuestras prioridades y sentir el gozo de ver como otras personas simbolizan su dedicación a Jehová. Las asambleas son desde hace mucho parte integrante de la adoración pura. Preparan a los felices siervos de Jehová para demostrar fidelidad en tiempos difíciles. w12 15/9 5:14, 18, 19

jueves, 27 de noviembre de 2014

Jueves 27 de noviembre

[Estén] firmes contra las maquinaciones del Diablo (Efes. 6:11).

Satanás no siente ninguna compasión por los seres humanos, sobre todo por quienes servimos a Jehová. De hecho, les tiene declarada la guerra a los ungidos que aún viven en la Tierra (Rev. 12:17). Estos fieles cristianos han encabezado la predicación del Reino en tiempos modernos y han proclamado que el Diablo es el gobernante de este mundo. Satanás también odia a las “otras ovejas”, quienes apoyan a los ungidos y tienen algo que él perdió hace mucho: la esperanza de vivir para siempre (Juan 10:16). ¡Con razón está tan furioso! Sea que esperemos vivir en el cielo o en la Tierra, nuestro enemigo tiene un único objetivo: darnos caza (1 Ped. 5:8). Para lograr sus fines, ha diseñado varias trampas. Por un lado, les ciega la mente a quienes no creen en Jehová, de modo que no acepten las buenas nuevas ni puedan ver dichas artimañas. Pero también está atrapando a algunos que han abrazado el mensaje del Reino (2 Cor. 4:3, 4). w12 15/8 4:1, 2


miércoles, 26 de noviembre de 2014

Miércoles 26 de noviembre

Miércoles 26 de noviembre
Observ[en] la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz (Efes. 4:3).

Alcanzamos la unidad cuando obedecemos los mandatos de Jehová y nos dejamos moldear por el espíritu santo. Sobre la base del sacrificio redentor de Cristo, Jehová ha declarado justos como hijos a sus ungidos y justos como amigos a las otras ovejas. Sin embargo, mientras cualquiera de nosotros siga vivo en la Tierra en este sistema de cosas, sin duda surgirán diferencias personales (Rom. 5:9; Sant. 2:23). De otro modo no hubiera sido necesario el consejo inspirado de que los cristianos sigan “soportándose unos a otros”. ¿Cómo alcanzamos, pues, la unidad con nuestros hermanos en la fe? Necesitamos cultivar “completa humildad mental y apacibilidad” (Efes. 4:1, 2). Para aplicar este consejo hay que dejarse guiar por el espíritu de Dios y permitir que produzca su fruto en nosotros. En contraste con las divisivas obras de la carne, el fruto del espíritu lima cualquier desavenencia que pueda surgir. w12 15/7 4:6, 7


martes, 25 de noviembre de 2014

Martes 25 de noviembre

Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa (2 Ped. 2:9).

Suponga que usted está buscando trabajo. Si vive en un país donde es difícil conseguirlo, pudiera verse tentado a aceptar la primera oferta que se presente, sea cual sea. Pero ¿y si ese empleo viola algún principio bíblico? ¿Y si el horario o los viajes limitaran su participación en las actividades cristianas o lo separaran de su familia? ¿Aceptaría la oferta de todos modos, quizás razonando que, al fin y al cabo, tener ese trabajo es mejor que no tener ninguno? No olvide que una mala decisión podría alejarlo de Jehová (Heb. 2:1). Debemos tener presente nuestro objetivo en la vida. Pregúntese: “¿Adónde quiero que me lleve mi trabajo o profesión?”. Si usted ve el trabajo como un medio para alcanzar un fin —el de mantenerse a sí mismo y a su familia para servir a Jehová—, entonces él bendecirá sus esfuerzos (Mat. 6:33). Nuestro Padre celestial no se queda paralizado sin saber qué hacer cuando perdemos el empleo o tenemos problemas económicos (Is. 59:1). w13 15/1 2:5, 6


lunes, 24 de noviembre de 2014

Lunes 24 de noviembre



               Si perdonan a los hombres sus ofensas, su Padre celestial
                           también los perdonará a ustedes (Mat. 6:14).
La disposición a perdonar a quienes nos ofenden, sean o no miembros de la congregación cristiana, es fundamental para mantener relaciones pacíficas con nuestros familiares, amigos y semejantes, así como con Jehová. Las Escrituras indican que es un requisito cristiano, sin importar la frecuencia con que los demás pequen contra nosotros. Jesús usó el ejemplo de un esclavo a quien su amo le perdonó una enorme deuda. Como este esclavo no le tuvo misericordia a otro esclavo que le debía una suma muchísimo menor, su amo hizo que lo metieran en la cárcel (Mat. 18:21-34). Jesús dijo en conclusión: “Del mismo modo también tratará mi Padre celestial con ustedes si no perdonan de corazón cada uno a su hermano” (Mat. 18:35). Por lo tanto, cualquiera que desee la amistad de Jehová está obligado a perdonar los defectos de su prójimo. w12 15/11 5:3-5


domingo, 23 de noviembre de 2014

Domingo 23 de noviembre


Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos están velando por las almas de ustedes (Heb. 13:17).

La actitud de un cristiano puede verse sometida a prueba cuando se le corrige o se le retiran sus privilegios de servicio. En una congregación, los ancianos hablaron con un hermano joven sobre su costumbre de jugar con videojuegos violentos. Por desgracia, no escuchó sus consejos y tuvo que ser dado de baja como siervo ministerial porque ya no satisfacía los requisitos bíblicos (Sal. 11:5; 1 Tim. 3:8-10). Después de eso comenzó a manifestar en público su desacuerdo, envió a la sucursal numerosas cartas de queja y hasta animó a otros miembros de la congregación a hacer lo mismo. ¿De veras vale la pena poner en peligro la paz de toda la congregación solo para tratar de justificar nuestros actos? Es mucho mejor ver la censura como un medio para descubrir defectos propios que tal vez no veíamos y entonces aceptar la corrección sin quejarnos (Lam. 3:28, 29). w12 15/10 2:8, 9

viernes, 21 de noviembre de 2014

Sábado 22 de noviembre



                              No saben ni el día ni la hora (Mat. 25:13).

No saber cuándo llegará el fin nos permite demostrar lo que tenemos en el corazón. Jehová respeta nuestra dignidad, y por eso nos da libertad para decidir si le seremos leales. Claro, todos deseamos sobrevivir a la destrucción de este sistema, pero si servimos a Jehová no es solo porque queremos vivir para siempre, sino porque lo amamos (Sal. 37:4). Nos gusta hacer lo que nos manda y sabemos que sus enseñanzas son para nuestro bien (Is. 48:17). Además, desconocer en qué momento vendrá el fin nos da la oportunidad de alegrar el corazón de Jehová. Cuando le servimos porque lo amamos —y no simplemente porque pensamos en una fecha o en una recompensa—, le damos base para rebatir las absurdas acusaciones de su enemigo, Satanás (Job 2:4, 5; Prov. 27:11). Después de todo el dolor y el sufrimiento que ha provocado el Diablo, con gusto defendemos la soberanía de Jehová y nos oponemos al maléfico dominio de Satanás. w12 15/9 4:5, 6

jueves, 20 de noviembre de 2014

Viernes 21 de noviembre


            La ley de Jehová es perfecta, [...] hace sabio al inexperto (Sal. 19:7).

Sin las Santas Escrituras, nuestro principal maestro sería la experiencia personal. Y en ese caso, ¿cómo podríamos sentir lo mismo que el salmista por “la ley de Jehová”? Sin embargo, la triste realidad es que algunos han dejado que se enfríe el amor que sentían al principio por la verdad bíblica (Rev. 2:4). Como consecuencia, ya no dirigen su vida como a Jehová le agrada (Is. 30:21). Pero eso no tiene por qué pasarnos a nosotros. Podemos y debemos esforzarnos por mantener vivo nuestro aprecio por las Escrituras y sus enseñanzas, pues son un valioso regalo que nos ha hecho nuestro amoroso Creador (Sant. 1:17). ¿Qué nos ayudará a apreciar aún más “la palabra de Dios”? Un factor clave es reflexionar en el modo como los escritores bíblicos fueron guiados en su labor, lo que implica repasar algunas de las numerosas pruebas de que la Biblia fue inspirada por Dios. Eso nos estimulará a leerla a diario y a poner en práctica sus consejos (Heb. 4:12). w12 15/6 4:1, 2

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Jueves 20 de noviembre


                    Reflejamos como espejos la gloria de Jehová (2 Cor. 3:18).

En mayor o menor medida, todos nos parecemos a nuestros padres. No es raro que alguien le diga a un niño: “¡Eres igualito a tu papá!”. O quizás a una niña: “Me recuerdas mucho a tu mamá”. Además, los hijos suelen imitar lo que ven hacer a sus padres. ¿Y nosotros? ¿Podemos imitar también a nuestro Padre celestial? Aunque no lo vemos, percibimos sus hermosas cualidades contemplando la creación, así como estudiando su Palabra y reflexionando en lo que leemos, especialmente en las enseñanzas y el ejemplo de su Hijo, Jesucristo (Juan 1:18; Rom. 1:20). Al manifestar las cualidades de nuestro Creador, los cristianos tenemos el gran honor de reflejar la gloria de Dios. Los ungidos y los demás cristianos reflejamos la gloria de Dios en nuestra vida y nuestro ministerio (2 Cor. 4:1). Por eso, cada uno de nosotros hace bien en preguntarse: “¿Estoy reflejando la gloria de Jehová con mi conducta cristiana y mi constancia en la predicación del Reino?”. w12 15/5 4:1-3

martes, 18 de noviembre de 2014

Miércoles 19 de noviembre

Tú me has asido de la mano derecha. Con tu consejo me guiarás (Sal. 73:23, 24).



Los cristianos tenemos buenas razones para imitar el ejemplo de Ana. Ella era fiel y siempre iba a la casa de Jehová (1 Sam. 1:4-8). Nosotros necesitamos asistir fielmente a las reuniones, pues sabemos que en ellas recibimos el ánimo que tanta falta nos hace (Heb. 10:24, 25). El cariño y la compañía de los hermanos nos reconfortan. Posiblemente lo que toque nuestro corazón sea una sencilla frase en un discurso o en un comentario. O quizás un compañero nos escuche o nos diga palabras de aliento cuando conversemos con él antes o después del programa (Prov. 15:23; 17:17). También nos reconforta unir nuestras voces para cantar a Jehová. En realidad, en los momentos en que nos asedian los “pensamientos inquietantes” es cuando más necesitamos el ánimo que nos proporcionan las reuniones. En ellas, Jehová nos sostiene con sus “propias consolaciones” y fortalece nuestra resolución de mantenernos fieles (Sal. 94:18, 19). ¡Qué agradecidos estamos de que Jehová nos resguarde para la salvación! w12 15/4 5:16-18


Martes 18 de noviembre


Vete de tu país y de tus parientes [...] al país que yo te mostraré (Gén. 12:1).

Podemos hacernos una idea de cómo se sintió Abrahán, que aún se llamaba Abrán, cuando Jehová le dijo lo que leemos en el texto de hoy. Si aquel hombre fiel sintió algún temor, sin duda se le disipó al oír lo que Jehová siguió diciéndole: “Haré de ti una nación grande y te bendeciré [...], y al que invoque mal sobre ti lo maldeciré” (Gén. 12:2, 3). Con esas palabras, Jehová se comprometió a ser un refugio seguro para Abrahán y sus descendientes (Gén. 26:1-6). Y cumplió su promesa. Por ejemplo, impidió que el faraón de Egipto y el rey de Guerar, Abimélec, violaran a Sara y mataran a Abrahán. También protegió a Isaac y Rebeca de un modo parecido (Gén. 12:14-20; 20:1-14; 26:6-11). Y “no permitió que ningún humano los defraudara, antes bien, a causa de ellos censuró a reyes, diciendo: ‘No toquen ustedes a mis ungidos, y a mis profetas no hagan nada malo’” (Sal. 105:14, 15). w13 15/3 4:4, 5

domingo, 16 de noviembre de 2014

Lunes 17 de noviembre


No puedo soportar el uso de poder mágico (Is. 1:13).

El ocultismo, a veces llamado espiritualismo, estaba muy de moda en el siglo XIX. No extraña que un artículo de la Zion’s Watch Tower (La Torre del Vigía de Sión) de mayo de 1885 ofreciera la siguiente advertencia: “La creencia de que los muertos están vivos en otra esfera o condición no es nueva; formaba parte de la religión antigua y es la raíz de todas las mitologías”. La misma revista añadía que la enseñanza antibíblica de que los muertos se comunican con los vivos “ha servido de tapadera e impulso a los demonios, que han engañado a la gente tras el disfraz de espíritus humanos. Los demonios han aprovechado al máximo esta forma de esconder su identidad y así han logrado dominar la mente y la vida de muchas personas”. El folleto What Say the Scriptures About Spiritism? (¿Qué dicen las Escrituras acerca del espiritismo?), publicado unos años más tarde, contenía advertencias parecidas. Y en años más recientes nuestras publicaciones también nos han avisado de los peligros del ocultismo. w13 15/2 2:11

sábado, 15 de noviembre de 2014

Domingo 16 de noviembre

 
Estás abriendo tu mano y satisfaciendo el deseo de toda cosa viviente (Sal. 145:16).

¿Ha hecho usted sacrificios para servir a Jehová de tiempo completo? Puede que haya renunciado a una prometedora carrera o a un buen negocio para dedicarle más tiempo al servicio a Dios. Quizás no se casó o no tuvo hijos porque su deseo era ofrecerse para colaborar en ciertas facetas del servicio cristiano. Tomó esas decisiones porque amaba profundamente a Jehová Dios y deseaba de todo corazón ayudar a quienes querían servirle. No crea que le habría ido mejor si hubiera elegido otro camino. Puede estar muy feliz de haber hecho lo que sabía que era correcto, de haberle dado lo mejor a Jehová. Él, por su parte, nunca olvidará los sacrificios que usted hizo. Cuando tenga “la vida que realmente lo es”, es decir, vida eterna en perfección, él lo bendecirá mucho más de lo que pueda imaginar (1 Tim. 6:19). w13 15/1 4:15, 16

viernes, 14 de noviembre de 2014

Sábado 15 de noviembre


                          No juren de ninguna manera (Mat. 5:34).

Jesús condenó la costumbre que muchas personas tienen de jurar por cualquier cosa, incluso sin la menor intención de cumplir lo que prometen. ¿Quiso decir entonces que jurar es siempre malo? Obviamente no. Jehová y su justo siervo Abrahán juraron en algunas ocasiones importantes. Además, la propia Ley de Dios exigía que se hicieran juramentos para poder resolver ciertas disputas (Éx. 22:10, 11; Núm. 5:21, 22). Por consiguiente, tal vez un cristiano deba jurar que dirá la verdad en un tribunal. O, en raras ocasiones, deba hacerlo para confirmar sus intenciones o resolver algún asunto. Por ejemplo, cuando el sumo sacerdote puso bajo juramento a Jesús, este no se opuso y no le ocultó la verdad al Sanedrín judío (Mat. 26:63, 64). w12 15/10 4:1, 2

jueves, 13 de noviembre de 2014

Viernes 14 de noviembre


 Me regocijé cuando estuvieron diciéndome: “Vamos a la casa de Jehová” (Sal. 122:1).

Es cierto que muchos aspectos de las asambleas han cambiado con el paso del tiempo, pero lo esencial permanece. En tiempos bíblicos había que hacer sacrificios para asistir a ellas, y lo mismo ocurre hoy; pero vale la pena. Desde el punto de vista espiritual, eran —y siguen siendo— acontec...imientos muy importantes. Nos dan el conocimiento y el entendimiento que tanto necesitamos para mantener una buena relación con Dios. Nos ayudan a aplicar lo que aprendemos, evitarnos problemas y concentrarnos en alcanzar metas que nos reconforten en vez de agobiarnos (Sal. 122:2-4). Con los años también ha cambiado la forma de organizar las asambleas. Antes algunas duraban ocho días. Había sesiones por la mañana, por la tarde y por la noche. El servicio del campo era parte del programa. Los voluntarios trabajaban arduamente para preparar desayunos, almuerzos y cenas para los asistentes. w12 15/9 5:15, 17

Jueves 13 de noviembre

 
No se venguen, amados, sino cédanle lugar a la ira; porque está escrito: “Mía es la venganza; yo pagaré, dice Jehová” (Rom. 12:19).

Ninguno de nosotros está en posición de condenar a nadie (Mat. 7:1, 2). Pero sí podemos estar seguros de que Jehová actuará con justicia. Si le es difícil perdonar a una persona que cometió un mal y lo ofendió, pero está arrepentida, recuerde que en cierto sentido ella también es una víctima. También sufre las consecuencias de la imperfección heredada (Rom. 3:23). Jehová siente compasión por todos los seres humanos imperfectos. Por tanto, es apropiado que oremos por quien nos ha ofendido. Es improbable que sigamos enojados con alguien por quien oramos. Y Jesús indicó que no debemos abrigar resentimiento ni siquiera a quienes nos tratan mal, pues dijo: “Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen” (Mat. 5:44). w12 15/11 5:14, 15


martes, 11 de noviembre de 2014

Martes 11 de noviembre


Él se propuso una administración [para] reunir todas las cosas de nuevo en el (Efes. 1:9,

La administración que menciona el texto de hoy cumplirá su meta en dos fases. En la primera se prepara a la congregación de ungidos para la vida celestial con Jesucristo como su Cabeza espiritual. Esta fase empezó en el Pentecostés del año 33 de nuestra era, cuando Jehová comenzó a reunir a las personas que reinarían con Cristo en los cielos (Hech. 2:1-4). Gracias al sacrificio redentor de Cristo, los ungidos han sido declarados justos y, por tanto, dignos de vivir para siempre. Por eso, reconocen gustosos que han sido adoptados como “hijos de Dios” (Rom. 3:23, 24; 5:1; 8:15-17). En la segunda fase se prepara a los que vivirán en el Paraíso terrestre. La parte inicial de ese grupo la compone la “gran muchedumbre” (Rev. 7:9, 13-17; 21:1-5). Y durante el Reinado Milenario se les unirán miles de millones de resucitados (Rev. 20:12, 13). Los que permanezcan fieles serán adoptados como “hijos de Dios” que habitarán este planeta (Rom. 8:21; Rev. 20:7, 8). w12 15/7 4:3, 4


lunes, 10 de noviembre de 2014

Lunes 10 de noviembre



Él no Dios de muertos, sino de vivos (Luc. 20:38

A medida que el mundo de Satanás se acerque a su fin, sus “dolores de angustia” irán empeorando (Mat. 24:7, 8). Y, desde luego, las cosas se pondrán aún más difíciles durante la gran tribulación. Los servicios públicos y demás sistemas organizados de este mundo se vendrán abajo, y la gente temerá por su propia vida (Hab. 3:16, 17). Completamente desesperados, buscarán refugio, por así decirlo, “en las cuevas y en las masas rocosas de las montañas” (Rev. 6:15-17). Pero ni las cuevas literales ni las organizaciones políticas y comerciales que ahora parecen firmes como montañas les brindarán protección alguna. Los siervos de Jehová, en cambio, seguirán disfrutando de la seguridad de su “verdadera morada”, Jehová Dios (Sal. 90:1). Incluso quienes mueran fieles antes de que comience la gran tribulación estarán seguros con Jehová, “porque para él todos ellos viven”. Es como si sus siervos leales que han muerto todavía vivieran, pues es un hecho que los va a resucitar (Ecl. 7:1). w13 15/3 4:15-17


sábado, 8 de noviembre de 2014

Domingo 9 de noviembre

Tú me has asido de la mano derecha. [...] Me llevarás aun a la gloria (Sal. 73:23, 24).

¿Cómo da gloria Jehová a sus siervos humildes? Él nos honra de muchas formas. Por ejemplo, nos bendice al permitirnos conocer cuál es su voluntad (1 Cor. 2:7). Si escuchamos su palabra y le obedecemos, nos honra con su amistad (Sant. 4:8). Además, Dios ha puesto al cuidado de sus siervos un valioso tesoro: el ministerio cristiano (2 Cor. 4:1, 7). Si nosotros somos fieles y honramos a Dios en ese ministerio, él nos honra con una buena reputación ante él y ante la congregación (1 Sam. 2:30; Prov. 11:16; 22:1). Y si esperamos en Jehová y andamos en su camino, él nos dará un maravilloso futuro, pues la Biblia promete: “[Dios] te ensalzará para tomar posesión de la tierra. Cuando los inicuos sean cortados, tú lo verás” (Sal. 37:34). Así que tenemos la firme esperanza de ser honrados con vida eterna (Sal. 37:29). w13 15/2 4:3-5

Sábado 8 de noviembre

 
Hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo (2 Ped. 1:21).

¿De dónde venimos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Adónde vamos? ¿Por qué está el mundo como está? ¿Qué nos sucede al morir? Personas de todo el planeta se hacen estas preguntas. ¿Cómo sabríamos la respuesta a estos y otros interrogantes trascendentales si no fuera por la Palabra inspirada de Dios? Ahora bien, ¿de qué forma fueron guiados por espíritu santo los escritores bíblicos? ¿Se les dictó frase por frase lo que tenían que poner, o simplemente se les comunicaron las ideas para que las expresaran en sus propias palabras? Para entenderlo, pensemos en un empresario que elabora una carta. Cuando es importante utilizar ciertos términos, la escribe él mismo o se la dicta a su secretaria, y luego él la firma. Otras veces, el empresario solo le indica las ideas principales a la secretaria, quien entonces prepara la carta empleando su propio estilo y vocabulario. Después, él tal vez la revise y le pida a ella que haga los cambios necesarios. Al final, la carta también lleva la firma del empresario, y se considera que él es su autor. w12 15/6 4:1, 4


jueves, 6 de noviembre de 2014

Viernes 7 de noviembre


                Tú, [...] el que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? (Rom. 2:21.)

Un matrimonio que fracasa pone en entredicho el estado espiritual de los cónyuges. El apóstol Pablo planteó esta seria pregunta: “Si de veras no sabe algún hombre presidir su propia casa, ¿cómo cuidará de la congregación de Dios?” (1 Tim. 3:5). Cuando ambos afirman ser cristianos y aun así su matrimonio falla, quienes observen la situación pueden pensar que en realidad predican una cosa y hacen otra (Rom. 2:22-24). Si dos cristianos bautizados están planeando separarse o divorciarse sin base bíblica, es evidente que algo anda mal en su vida espiritual. Puede ser que uno o quizás ambos cónyuges no estén aplicando los principios bíblicos. Si verdaderamente confiaran en Jehová “con todo [su] corazón”, tendrían que ser capaces de salvar su matrimonio (Prov. 3:5, 6). w12 15/5 2:7, 8

Jueves 6 de noviembre


¡Vuelve, por favor, en tontedad el consejo de Ahitofel, oh Jehová! (2 Sam. 15:31.)

Veamos el caso de Absalón. Cegado por la ambición, estaba decidido a usurpar el trono de su padre, el rey David. Comenzó “robándose el corazón de los hombres de Israel”, es decir, ganándose su favor con astutas promesas y fingidas expresiones de afecto. Los abrazaba y besaba como si de verdad se preocupara por ellos y sus necesidades (2 Sam. 15:2-6). Consiguió poner de su parte hasta al consejero de confianza de David, Ahitofel, quien se volvió traidor y se unió a la rebelión. En los Salmos 3 y 55, David expresa cómo se sintió por tan terrible deslealtad (Sal. 3:1-8; 55:12-14). La conspiración contra el rey nombrado por Jehová puso de manifiesto que Absalón no sentía ningún respeto por la soberanía divina, y que era un ser ambicioso y descarado (1 Crón. 28:5). Al final, el golpe fracasó y David siguió reinando como el ungido de Jehová. w12 15/4 2:5

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Miércoles 5 de noviembre

 
La canicie es corona de hermosura cuando se halla en el camino de la justicia (Prov. 16:31).
 
No está mal que nos preocupemos por nuestra apariencia. Sin embargo, no hay que tratar de eliminar a toda costa los signos de envejecimiento, que en realidad pueden reflejar madurez, dignidad y belleza interior. Pensemos en lo que dice el texto de hoy. Para Jehová es mucho más importante lo que somos por dentro, y para nosotros también debería ser así (1 Ped. 3:3, 4). ¿Es prudente, entonces, someterse a operaciones o tratamientos arriesgados tan solo para lucir más atractivos? Sin importar la edad o el estado físico, “el gozo de Jehová” nos hace realmente bellos (Neh. 8:10). Solo en el nuevo mundo tendremos plena salud y recuperaremos la belleza juvenil (Job 33:25; Is. 33:24). Hasta entonces, la sabiduría y la fe nos ayudarán a mantenernos cerca de Jehová mientras hacemos todo lo que nos permitan nuestras circunstancias (1 Tim. 4:8). w13 15/1 3:10
 

domingo, 2 de noviembre de 2014

Los ojos de Jehová están en todo lugar (Prov. 15:3).

               Los ojos de Jehová están en todo lugar (Prov. 15:3).

Aunque David temió a Dios, cometió pecados graves. Dos de ellos tuvieron que ver con un matrimonio, el de Urías y Bat-seba. El rey añadió a su adulterio con Bat-seba el asesinato de Urías, un hombre inocente. Las consecuencias fueron dolorosas para todos los implicados. No obstante, la forma en que Dios corrigió a David nos dice mucho sobre el perdón divino. Él le envió a su profeta Natán. Como es un Dios que quiere perdonar, parece que deseaba encontrar un motivo para mostrarle misericordia. ¿No es alentadora la forma en que se encargó del asunto? Él no obligó a David a confesar; simplemente hizo que Natán le relatara una historia que resaltaba la gravedad de sus pecados (2 Sam. 12:1-4). Aquel resultó ser un modo muy eficaz de atender la situación. David comprendió la gravedad de sus actos y admitió apesadumbrado: “He pecado contra Jehová” (2 Sam. 12:5-14). w12 15/11 4:3, 5-7

Domingo 2 de noviembre

 
Oh Jehová, mismo has resultado ser una verdadera morada para nosotros (Sal. 90:1).
 
¿Se siente como en casa en este mundo? Si no es así, usted no es el único. A lo largo de la historia, todos los que han amado de verdad a Jehová se han sentido como forasteros en este sistema de cosas. Por ejemplo, hubo fieles siervos de Dios que, mientras se mudaban de campamento en campamento en la tierra de Canaán, “declararon públicamente que eran extraños y residentes temporales” (Heb. 11:13). Al igual que ellos, los discípulos ungidos de Jesús, cuya “ciudadanía existe en los cielos”, se consideran “forasteros y residentes temporales” en este sistema de cosas (Filip. 3:20; 1 Ped. 2:11). Y las “otras ovejas” de Cristo “no son parte del mundo”, así como él tampoco lo fue (Juan 10:16; 17:16). Pero los siervos de Dios no están “sin techo”. Al contrario, disfrutan de la protección del hogar más seguro y acogedor imaginable, un hogar que puede verse con los ojos de la fe. w13 15/3 4:1, 2

Lunes 3 de noviembre


               Los ojos de Jehová están en todo lugar (Prov. 15:3).

Aunque David temió a Dios, cometió pecados graves. Dos de ellos tuvieron que ver con un matrimonio, el de Urías y Bat-seba. El rey añadió a su adulterio con Bat-seba el asesinato de Urías, un hombre inocente. Las consecuencias fueron dolorosas para todos los implicados. No obstante, la forma en que Dios corrigió a David nos dice mucho sobre el perdón divino. Él le envió a su profeta Natán. Como es un Dios que quiere perdonar, parece que deseaba encontrar un motivo para mostrarle misericordia. ¿No es alentadora la forma en que se encargó del asunto? Él no obligó a David a confesar; simplemente hizo que Natán le relatara una historia que resaltaba la gravedad de sus pecados (2 Sam. 12:1-4). Aquel resultó ser un modo muy eficaz de atender la situación. David comprendió la gravedad de sus actos y admitió apesadumbrado: “He pecado contra Jehová” (2 Sam. 12:5-14). w12 15/11 4:3, 5-7

viernes, 31 de octubre de 2014

Sábado 1 de noviembre


                                  

 

                                                   
                                       Viene un día que pertenece a Jehová (Zac. 14:1).

¿Qué día es ese? “El día del Señor”, que se inició cuando “el reino del mundo [...] llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo” (Rev. 1:10; 11:15). ¿En qué año ocurrió eso? En 1914, el año en que nació el Reino mesiánico en el cielo. Décadas antes, los siervos de Jehová comenzaron a predicar que “los tiempos señalados de las naciones” —o tiempos de los gentiles— se acabarían en 1914 y que a partir de entonces el mundo viviría un período de conflictos sin precedentes (Luc. 21:24). ¿Qué hicieron las naciones? En lugar de prestar atención a ese oportuno aviso, los líderes políticos y religiosos se burlaron de los incansables evangelizadores ungidos y los persiguieron. Pero en realidad se estaban burlando del Dios todopoderoso, pues los embajadores ungidos del Reino mesiánico —también llamado la “Jerusalén celestial”— forman parte de ese Reino y actúan como sus representantes (Heb. 12:22, 28). w13 15/2 3:4

Viernes 31 de octubre

 
     Puede que el justo caiga [...], y ciertamente se levantará (Prov. 24:16).

Debido a alguna debilidad, hay hermanos que cometen pecados de menor gravedad, incluso en repetidas ocasiones. Pero pueden seguir teniendo la aprobación de Jehová si se vuelven a levantar, es decir, si de verdad se arrepienten y vuelven a servirle con lealtad. Vemos que eso es así cuando examinamos la relación de Dios con el antiguo Israel (Is. 41:9, 10). Proverbios 24:16 destaca el lado positivo de nuestras caídas: que podemos levantarnos con la ayuda de nuestro misericordioso Dios (Is. 55:7). Jehová y Jesucristo nos animan a ponernos de pie, demostrando así que confían en nosotros (Sal. 86:5; Juan 5:19). Aunque un corredor de maratón tropiece y caiga, puede recuperarse y seguir avanzando si actúa rápidamente. Quienes estamos en la carrera por la vida eterna no sabemos en qué “día y hora” terminará (Mat. 24:36). Aun así, cuanto menos tropecemos, más probable será que mantengamos un buen ritmo, sigamos en la carrera y lleguemos a la meta. w13 15/3 1:7, 8

jueves, 30 de octubre de 2014

Jueves 30 de octubre


                                   Manténganse alerta (Mat. 25:13).

Imagínese que un personaje muy prestigioso le pide que lo lleve en su vehículo a una cita importante. Unos minutos antes de ir a buscarle, usted se da cuenta de que no tiene suficiente gasolina, así que no le queda más remedio que ir a toda prisa a comprarla. Mientras tanto, el hombre lo espera impaciente, mirando a un lado y a otro. Como no lo ve llegar, decide pedirle a otra persona que lo lleve. Cuando usted finalmente aparece, él ya se ha ido. ¿Cómo se sentiría? Jesús empleó una situación parecida en la parábola de las vírgenes. Con este ejemplo explicó por qué durante el tiempo del fin habría cristianos ungidos que serían fieles y prudentes, mientras que otros no (Mat. 25:1-12). Y recalcó la idea al decir: “Manténganse alerta, pues, porque no saben ni el día ni la hora”, refiriéndose al momento en que él ejecutaría la sentencia divina contra este mundo satánico. w12 15/9 4:1, 3

miércoles, 29 de octubre de 2014

Miércoles 29 de octubre


Estos hombres [...] están [...] desatendiendo el señorío y hablando injuriosamente de los gloriosos (Jud. 8).

No hace falta decir que esa actitud está fuera de lugar en la congregación cristiana. Los ancianos de la actualidad no son perfectos, como tampoco lo eran los contemporáneos de los apóstoles. Pueden cometer errores que nos afecten personalmente. Si eso ocurriera, jamás debemos adoptar el espíritu del mundo, exigiendo que se haga “justicia” o que el hermano reciba “su merecido”. Si Jehová decide pasar por alto ciertos errores de relativamente poca importancia, ¿no podemos hacer lo mismo nosotros? Algunos cristianos que han cometido un pecado grave se han negado a comparecer ante el comité designado para ayudarles. ¿Por qué razón? Porque se han concentrado en los supuestos defectos de los ancianos del comité. Pero eso es como negarse a aceptar un tratamiento médico solo porque no nos agrada algo del doctor. w12 15/10 2:6, 7

lunes, 27 de octubre de 2014

Martes 28 de octubre

 
Subamos a la montaña de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas (Is. 2:3).

Quienes deseen hacerse ciudadanos de una nación tal vez tengan que aprender algo de su historia. De la misma forma, quienes desean ser ciudadanos del Reino de Dios hacen bien en aprender todo lo que puedan sobre ese gobierno. Los gobiernos humanos también requieren que sus súbditos aprendan y obedezcan las leyes del país. Es normal, por tanto, que Jehová espere que aprendamos y acatemos las leyes y principios aplicables a todos los ciudadanos del Reino (Juan 15:10; 1 Juan 5:3). A menudo, las leyes humanas son ineficaces y hasta injustas. En cambio, “la ley de Jehová es perfecta” (Sal. 19:7). ¿Se deleita usted en ella y lee la Biblia todos los días? (Sal. 1:1, 2.) La única forma en que podemos aprender la ley de Dios es estudiándola personalmente. Nadie lo puede hacer por nosotros. w12 15/8 2:5, 6

Lunes 27 de octubre

¿Cómo es que se vuelven de nuevo[?] (Gál. 4:9.)
 
Los cristianos de Galacia necesitaban comprobar la profundidad de su fe y valorar su libertad espiritual. Mediante su sacrificio, Jesús había abierto el camino para que quienes pusieran fe en él llegaran a conocer a Dios de la manera más extraordinaria posible: ¡podrían llegar a ser sus hijos! Para no perder esa bendita relación, los gálatas tenían que rechazar las enseñanzas de los judaizantes, quienes insistían en que se observara la Ley mosaica. Pero los gentiles que formaban parte de la congregación jamás habían estado bajo dicha Ley. Tanto judíos como gentiles necesitaban progresar espiritualmente, lo que implicaba reconocer que la obediencia a la Ley mosaica no era lo que los hacía justos a los ojos de Dios. El consejo del apóstol Pablo a los gálatas está en la Biblia con un propósito: impedir que los cristianos verdaderos de cualquier época le vuelvan la espalda a la verdad bíblica y regresen a las cosas que dejaron atrás. w13 15/3 3:3, 4

sábado, 25 de octubre de 2014

Domingo 26 de octubre


                
                 Escucha, oh Israel: Jehová nuestro Dios es un solo Jehová (Deut. 6:4).

Si el propio Jesús citó estas palabras, ¿cómo podría contradecirlas un cristiano verdadero? (Mar. 12:29.) Jesús mandó a sus seguidores: “Hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo” (Mat. 28:19). La doctrina de la Trinidad no encaja con este mandato. Para que alguien sea bautizado como cristiano verdadero y testigo de Jehová debe reconocer la superioridad del Padre, Jehová, y la posición y autoridad de su Hijo, Jesús. También debe creer que el espíritu santo es la fuerza activa de Dios, y no una parte de la Trinidad (Gén. 1:2). Por tanto, es imposible que Dios acepte la dedicación y el bautismo de alguien que cree en esa doctrina. ¡Qué agradecidos estamos de que nuestra herencia espiritual nos haya protegido de una enseñanza que deshonra a Dios! w13 15/2 2:6, 7

Sábado 25 de octubre

 
El reino en parte resultará fuerte y en parte resultará frágil (Dan. 2:42).

Daniel 2:41 dice que los pies de la imagen que vio el rey Nabucodonosor eran una mezcla de hierro y barro. También dice que esta mezcla es un solo “reino”, no varios. Así pues, el barro representa elementos que existen dentro de la esfera de influencia de la potencia mundial angloamericana y la hacen más débil que el Imperio romano, que fue sólido como el hierro. Daniel señala que este barro es “la prole de la humanidad”, o sea, la gente común (Dan. 2:43). En la potencia mundial angloamericana, las personas han reclamado sus derechos a través de sindicatos, movimientos independentistas y campañas a favor de los derechos civiles. Los ciudadanos corrientes han minado la capacidad de esta potencia para actuar con la fuerza del hierro. Además, debido a las ideologías opuestas y a los escasos márgenes con que ganan las elecciones, ni siquiera los líderes más populares cuentan con una clara mayoría que les permita llevar a la práctica sus programas (2 Tim. 3:1-3). w12 15/6 2:9

jueves, 23 de octubre de 2014

Viernes 24 de octubre

 
Absalón siguió robándose el corazón de los hombres de Israel (2 Sam. 15:6).


Hoy día, Satanás sigue valiéndose de personas que son como Absalón para tratar de ganarse el corazón de los siervos de Jehová. Algunos dicen: “Las normas de Dios son demasiado estrictas”, o: “¡Los que no sirven a Jehová sí que se divierten!”. ¿Permanecemos íntegros ante tales ideas? ¿Vemos claramente que se trata de sucias mentiras? ¿Estamos convencidos de que “la ley perfecta” de Jehová, la ley del Cristo, es la única que nos hace realmente libres? (Sant. 1:25.) Demostremos que valoramos esta ley y no caigamos en la tentación de abusar de nuestra libertad cristiana (1 Ped. 2:16). Es una pena que tantos cristianos jóvenes —y otros no tan jóvenes— hayan aprendido por las malas que ceder a los malos deseos acarrea terribles consecuencias (Gál. 6:7, 8). Debemos preguntarnos: “¿Soy capaz de identificar las crueles artimañas con las que Satanás trata de embaucarme? ¿Considero a Jehová mi mejor amigo y confío en que siempre dice la verdad y solo busca lo mejor para mí?” (Is. 48:17, 18). w12 15/7 2:6, 7, 9



 
 

Jueves 23 de octubre


                                         No titubeó con falta de fe (Rom. 4:20).

No es momento de titubear “con falta de fe”, sino de cultivar una fe fuerte y sólida. Los enemigos de Dios —Satanás y todos aquellos a quienes controla— intentan detener la obra que Jesús nos encargó (Mat. 28:19, 20). El Diablo nos ataca, pero nosotros sabemos que Jehová es “un Dios vivo, que es Salvador de hombres de toda clase, especialmente de los fieles”. Además, él “sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa” (1 Tim. 4:10; 2 Ped. 2:9). Dentro de poco, Jehová terminará con este mundo perverso. Cristo acabará con los enemigos de Dios, y la soberanía de Jehová será vindicada. No sabemos exactamente cuándo ni cómo ocurrirá, pero sí sabemos que será justo en el momento preciso. No caigamos en la trampa de creer que “todas las cosas continúan exactamente como desde el principio de la creación” (2 Ped. 3:3, 4; 1 Tes. 5:1). w12 15/5 3:17, 18

martes, 21 de octubre de 2014

Miércoles 22 de octubre


No estamos en ignorancia de sus designios (2 Cor. 2:11).

¿Qué nos ayudará a protegernos de los astutos métodos de Satanás y a seguir sirviendo a Jehová con un corazón completo? La oración es esencial. El apóstol Pablo instó a sus hermanos en la fe a “estar firmes contra las maquinaciones del Diablo”. Y justo después les dio esta exhortación: “Con toda forma de oración y ruego, [ocúpense] en orar en toda ocasión” (Efes. 6:11, 18; 1 Ped. 4:7). ¿Qué efecto tendrán en nosotros las oraciones que hagamos? El apóstol Pablo declaró: “En todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones” (Filip. 4:6, 7). Sí, orar fervientemente y con frecuencia es esencial para seguir sirviendo a Jehová con un corazón completo (Luc. 6:12). Por eso, cada uno de nosotros debe preguntarse: “¿Oro yo con frecuencia y fervor?” (Mat. 7:7; Rom. 12:12). Nuestra respuesta indicará con cuánta intensidad deseamos servir a Dios. w12 15/4 3:16, 18

Martes 21 de octubre




Todos los de la casa de Israel son incircuncisos de corazón (Jer. 9:26).

Hallamos una clave para entender lo que significa “incircuncisos de corazón” en lo que Dios animó a su pueblo a hacer: “Quiten los prepucios de sus corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén; para que no salga mi furia [...] a causa de la maldad de sus tratos”. ¿Dónde se originaba esa maldad? En su interior, en su corazón (Mar. 7:20-23). Sus corazones insistían en rebelarse, y sus motivos y pensamientos desagradaban a Jehová (Jer. 5:23, 24; 7:24-26). Por eso él les dijo: “Circuncídense a Jehová, y quiten los prepucios de sus corazones” (Jer. 4:4; 18:11, 12). En efecto, aquellos judíos necesitaban someterse a una operación de corazón simbólica, tal como hicieron sus antepasados en tiempos de Moisés (Deut. 10:16; 30:6). Quitarse “los prepucios de sus corazones” significaba librarse de todo lo que los hacía insensibles: los pensamientos, deseos o motivos que estuvieran en conflicto con las normas divinas (Hech. 7:51). w13 15/3 2:7-9

lunes, 20 de octubre de 2014

Lunes 20 de octubre


 Esta es la herencia de los siervos de Jehová (Is. 54:17, Reina-Valera [RV], 1960).

Nuestra herencia espiritual abarca relatos de la actualidad que demuestran que Jehová está con nosotros (Sal. 118:7). Cuando los leemos en nuestras publicaciones, nos sentimos seguros, incluso si se nos persigue. Una parte muy animadora de nuestro legado espiritual, que sigue creciendo, es la s...iguiente promesa: “‘Sea cual sea el arma que se forme contra ti, no tendrá éxito, y sea cual sea la lengua que se levante contra ti en el juicio, la condenarás. Esta es la posesión hereditaria [o “herencia”, RV] de los siervos de Jehová, y su justicia proviene de mí’, es la expresión de Jehová” (Is. 54:17). Ni una sola de las armas de Satanás puede hacernos daño permanente. Satanás ha tratado de acabar con la Palabra de Dios, borrar el nombre Jehová y ocultar la verdad. Pero él no es rival para Jehová, quien ha echado por tierra todos sus planes malvados. w13 15/2 1:7, 8

domingo, 19 de octubre de 2014

Domingo 19 de octubre


Escójanse hoy a quién quieren servir (Jos. 24:15).
 
Cuando alguien debe tomar una decisión, tiene ante sí distintas opciones y cierto grado de control sobre el rumbo que seguirá su vida. Supongamos que un hombre viaja a pie por un camino que de pronto se divide en dos. ¿Cuál escogerá para llegar a su destino? En la Biblia hallamos muchos ejemplos de personas que se vieron en una situación parecida. Caín, por ejemplo, tuvo dos opciones: dejarse llevar por la ira o controlarla (Gén. 4:6, 7). Y Josué debió elegir entre servir al Dios verdadero y adorar a dioses falsos. Como Josué quería mantenerse cerca de Jehová, escogió el camino que lo llevaba en esa dirección. Por el contrario, Caín no tenía ese objetivo y tomó una ruta que lo alejó aún más de Dios. Quizás surjan situaciones en las que usted tenga que elegir entre dos caminos. En esos momentos, recuerde cuál es su “destino”, u objetivo: glorificar a Jehová en todo lo que hace y evitar cualquier cosa que lo aleje de él (Heb. 3:12). w13 15/1 2:1-3