Puede que el justo caiga [...], y ciertamente se levantará (Prov. 24:16).
Debido a alguna debilidad, hay hermanos que cometen pecados de menor gravedad, incluso en repetidas ocasiones. Pero pueden seguir teniendo la aprobación de Jehová si se vuelven a levantar, es decir, si de verdad se arrepienten y vuelven a servirle con lealtad. Vemos que eso es así cuando examinamos la relación de Dios con el antiguo Israel (Is. 41:9, 10). Proverbios 24:16 destaca el lado positivo de nuestras caídas: que podemos levantarnos con la ayuda de nuestro misericordioso Dios (Is. 55:7). Jehová y Jesucristo nos animan a ponernos de pie, demostrando así que confían en nosotros (Sal. 86:5; Juan 5:19). Aunque un corredor de maratón tropiece y caiga, puede recuperarse y seguir avanzando si actúa rápidamente. Quienes estamos en la carrera por la vida eterna no sabemos en qué “día y hora” terminará (Mat. 24:36). Aun así, cuanto menos tropecemos, más probable será que mantengamos un buen ritmo, sigamos en la carrera y lleguemos a la meta. w13 15/3 1:7, 8
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