¡Mira! He venido [...] para hacer tu voluntad, oh Dios (Heb. 10:7).
Con estas significativas palabras, Jesús se presentó ante Dios para cumplir todo lo que se había predicho sobre la Descendencia prometida, incluida la herida que Satanás le ocasionaría “en el talón” (Gén. 3:15). Nadie se ha ofrecido jamás para cargar con una responsabilidad tan pesada. Jehová expresó desde los cielos su total confianza en que su Hijo cumpliría lo que había prometido (Luc. 3:21, 22). Jesús predicó con el ejemplo, pues su sí siempre significó sí (Mat. 5:37). No dejó que nada le impidiera cumplir la misión que había recibido de su Padre: predicar las buenas nuevas del Reino y enseñar a quienes se acercaran a él impulsados por Dios (Juan 6:44). ¿Hasta qué punto fue fiel Jesús a su promesa? La Biblia lo muestra con estas conocidas palabras: “No importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí mediante él” (2 Cor. 1:20). Así es, Jesús dio el mejor ejemplo en cuanto a cumplir lo que le había prometido a su Padre. w12 15/10 4:3, 4
No hay comentarios:
Publicar un comentario