De los gobernantes muchos realmente pusieron fe en [Jesús], pero a causa de los fariseos no lo confesaban (Juan 12:42).
Les habría ido mucho mejor a esos gobernantes si no le hubieran dado tanta importancia a la opinión de los fariseos. Durante su ministerio, Jesús señaló por qué muchos no lo aceptaban ni tenían fe en él (Juan 5:39-44). La nación de Israel llevaba siglos esperando la llegada del Mesías, o Cristo. Daniel había profetizado el momento en que este aparecería, y puede que algunos hayan comprendido que ese momento había llegado. Tal vez por eso, al ver a Juan el Bautista predicando, muchos se preguntaron: “¿Acaso será él el Cristo?” (Luc. 3:15). Pero lamentablemente, los que conocían bien la Ley de Dios no aceptaron al Mesías. Jesús dejó bien claro por qué habían cometido ese error: “¿Cómo pueden creer ustedes, cuando aceptan gloria unos de otros y no buscan la gloria que proviene del único Dios?”. w13 15/2 4:6, 7
No hay comentarios:
Publicar un comentario