eoc

eoc

martes, 9 de agosto de 2016

El espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios (Hech. 20:28).
Es importante que agradezcamos la labor que hacen los pastores de la congregación. Jehová quiere lo mejor para nosotros y por eso nos ha dado a los ancianos. Estos hombres son “como escondite contra el viento y escondrijo contra la tempestad de lluvia, como corrientes de agua en país árido, como la sombra de un peñasco pesado en una tierra agotada” (Is. 32:1, 2). ¡Cuánto se agradece un refugio en medio de una tempestad o la sombra de un peñasco en un día de sol abrasador! Estas comparaciones nos permiten ver cómo los ancianos nos ayudan y animan en sentido espiritual cuando pasamos por problemas. Si obedecemos a estas “dádivas en [la forma de] hombres”, demostraremos nuestro aprecio por ellos y nuestro amor por Dios y por Cristo, el Cabeza de la congregación (Efes. 4:8; 5:23; Heb. 13:17). w14 15/6 1:19

No hay comentarios:

Publicar un comentario