Martes 19 de enero
Huye de los deseos que acompañan a la juventud (2 Tim. 2:22).
Cuando se trata de proteger nuestra amistad con Jehová, debemos actuar con rapidez y decisión. A eso se refirió Pablo cuando le dijo a Timoteo estas palabras. Puesto que este ya era un adulto, quizá de más de 30 años, ¿por qué le dio Pablo ese consejo? Porque los “deseos [insensatos] que acompañan a la juventud” no son exclusivos de una edad determinada. Por eso también Timoteo tenía que huir de ellos. En otras palabras, tenía que “[renunciar] a la injusticia” (2 Tim. 2:19). Jesús enseñó una idea parecida cuando dijo: “Si tu ojo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti” (Mat. 18:9). Hoy día, los cristianos que toman en serio este consejo huyen con decisión de los peligros espirituales, sin pensárselo dos veces. Algunos hermanos que tuvieron problemas con el alcohol antes de ser Testigos han decidido abstenerse de cualquier bebida alcohólica. Otros evitan diversiones que, aunque no son incorrectas, pueden alimentar alguna debilidad personal (Sal. 101:3). w14 15/7 2:18, 19
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