Domingo 24 de enero
Juntaron los excelentes en receptáculos, pero tiraron los que no eran apropiados (Mat. 13:48).
Entender la lección de esta parábola nos ayuda a no sentirnos demasiado preocupados o decepcionados si un estudiante de la Biblia o uno de nuestros hijos no acepta la verdad. Eso es algo que no podemos controlar, por mucho empeño que pongamos. Que alguien comience a estudiar la Biblia o haya estado en contacto con la verdad desde niño no significa automáticamente que se hará un buen amigo de Jehová. Al final, Él sacará de su pueblo a los que no estén dispuestos a someterse a su gobierno. ¿Significa eso que a los que han abandonado la verdad nunca se les permitirá regresar a la congregación? O si alguien aún no ha dedicado su vida a Jehová, ¿se le considerará siempre como que no es “apropiado”? Claro que no. La puerta estará abierta para ellos hasta que estalle la gran tribulación. Es como si Jehová les dijera: “Vuelvan a mí, y yo ciertamente volveré a ustedes” (Mal. 3:7). w14 15/12 2:9, 11, 12
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