Persiste en estas cosas (1 Tim. 4:16).
Aunque empleemos las preguntas mejor pensadas, los razonamientos más convincentes y las ilustraciones más eficaces, no todo el mundo aceptará el mensaje del Reino (Mat. 10:11-14). Al fin y al cabo, relativamente pocos aceptaron las enseñanzas de Jesús, ¡y eso que él fue el mejor maestro que ha pisado la Tierra! (Juan 6:66; 7:45-48.) Podemos ser eficaces en el ministerio aun si no nos consideramos maestros excepcionales (Hech. 4:13). La Biblia nos da buenas razones para creer que “todos los que [están] correctamente dispuestos para vida eterna” aceptarán las buenas nuevas (Hech. 13:48). Por lo tanto, tengamos un punto de vista equilibrado tanto de aquellos a quienes llevamos las buenas nuevas como de nosotros mismos. Aprovechemos bien la educación que Jehová nos proporciona. Así seremos mejores maestros, y eso nos beneficiará a nosotros y a quienes nos escuchan. Jehová nos enseña cómo “dar una respuesta a cada uno” (Col. 4:6). w14 15/5 1:15, 16