Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido (Mat. 19:27).
La gente está dispuesta a hacer sacrificios por las cosas que le importan. Los padres invierten tiempo, dinero y energías para sacar adelante a sus hijos. Muchos jóvenes atletas renuncian a divertirse con sus amigos y dedican varias horas cada día a entrenarse porque quieren representar a su país en los Juegos Olímpicos. El propio Jesús hizo sacrificios por las cosas que le importaban. Pudo haber optado por hacerse rico o formar una familia, pero prefirió concentrarse en fomentar los intereses del Reino (Mat. 4:17; Luc. 9:58). Sus discípulos también renunciaron a mucho por el Reino. Como para ellos era tan importante, estuvieron dispuestos a hacer grandes sacrificios y apoyarlo al máximo (Mat. 4:18-22). ¿Qué hay de nosotros? Todos hacemos bien en preguntarnos: “¿Qué es importante para mí?”. w13 15/12 2:1
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