Viernes 4 de marzo
Por fe Moisés, ya crecido, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón (Heb. 11:24).
La fe de Moisés lo ayudó a decidir qué haría con su vida. No pensó que podría tener un puesto importante en la corte y servir a Dios usando su riqueza y poder para ayudar a sus hermanos israelitas. Más bien, amaba tanto a Jehová que estaba determinado a servirle con todo su corazón, alma y fuerzas (Deut. 6:5). Y su decisión le ahorró mucha angustia. Gran parte de los tesoros de Egipto acabaron en manos de los propios israelitas (Éx. 12:35, 36). El faraón fue humillado y murió por el poder de Jehová (Sal. 136:15). En cambio, Moisés siguió con vida y Dios lo usó para guiar y poner a salvo a toda una nación. Su vida tuvo verdadero sentido. Si eres un joven que sirve a Jehová, elige un camino que te permita amarlo y servirle “con todo tu corazón y con toda tu alma”. Puedes estar seguro de que esa decisión será “para bien tuyo” (Deut. 10:12, 13). w14 15/4 1:6-8
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