eoc

eoc

viernes, 25 de diciembre de 2015

Sábado 26 de diciembre
La mujer vio que el árbol era bueno para alimento (Gén. 3:6).

Satanás puede utilizar el deseo natural de satisfacer nuestras necesidades físicas para apartarnos de hacer la voluntad de Dios. Por ejemplo, le dijo a Eva que podía comer del fruto del “árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo” y que no moriría (Gén. 2:9; 3:1-5). Es más, le aseguró que, en cuanto comiera de él, llegaría a ser igual que Dios. Con estas palabras, Satanás insinuó que ella no necesitaba obedecer a Jehová para seguir con vida. ¡Qué mentira tan descarada! ¿Qué haría Eva? Tenía dos opciones: rechazar de plano aquella idea, o seguir dándole vueltas y dejar que el deseo de comer el fruto creciera. Lamentablemente, a pesar de tener a su disposición todos los demás árboles, Eva decidió seguir pensando en lo que el Diablo le dijo acerca del árbol que estaba en medio del jardín. ¿Con qué resultado? “Empezó a tomar de su fruto y a comerlo.” Satanás había sembrado en ella un deseo por algo que el Creador había prohibido. w13 15/8 4:7

No hay comentarios:

Publicar un comentario