Acuérdate de tu Magnífico Creador antes que procedan a venir los días calamitosos (Ecl. 12:1).
Empleando lenguaje poético, Salomón describió los días calamitosos de la vejez (Ecl. 12:2-5). Nadie debería esperar a llegar a esa etapa de la vida para empezar a servir a Jehová. Aun si llevamos sirviéndole muchos años, de vez en cuando nos conviene pararnos a pensar en lo magnífico que es nuestro Creador. ¿No nos causan asombro los seres vivos? La complejidad de su diseño está más allá de nuestra comprensión. Jehová nos da tantas cosas y tan variadas que tenemos muchas oportunidades para disfrutar de la vida. Cuando contemplamos su creación, se renueva el aprecio que sentimos por su amor, sabiduría y poder (Sal. 143:5). Pero recordar a nuestro Magnífico Creador también implica reflexionar en lo que él espera de nosotros. Esa reflexión sin duda nos motiva a expresarle nuestra gratitud sirviéndole con toda el alma el resto de nuestros días (Ecl. 12:13). w14 15/1 4:1-3
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