No nos rendimos (2 Cor. 4:16).
Jehová quiere vernos felices y nos colma de bendiciones para que lo seamos. También nos asegura que nos ama y nos ayuda a seguir sirviéndole con aguante (Jer. 31:3). Ahora bien, a pesar de tener tantas razones para ser felices, algunos siervos fieles de Dios luchan con pensamientos negativos acerca de sí mismos. Les parece que ni ellos ni su servicio tienen mucho valor para Jehová. Aplastados por estos sentimientos negativos, quizá crean que la idea de regocijarse “muchos años” es un sueño inalcanzable. Para ellos la vida es más bien una sucesión de días sombríos (Ecl. 11:8). ¿Qué puede causar estos sentimientos negativos? Tal vez alguna decepción, una enfermedad o los achaques propios de la vejez (Sal. 71:9; Prov. 13:12; Ecl. 7:7). Además, recordemos que nuestro corazón es traicionero y puede condenarnos aunque Dios esté muy contento con nosotros (Jer. 17:9; 1 Juan 3:20). w14 15/3 2:1-3
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