El que es humilde de espíritu se asirá de la gloria (Prov. 29:23).
¿Qué haremos si estamos tratando de ser mejores cristianos y un hermano nos ofrece un consejo? Sus palabras sinceras solo podrán ayudarnos si no somos orgullosos. Así que evitemos ponernos a la defensiva, justificarnos o tratar de salvar las apariencias. O puede ser que tengamos que colaborar con un hermano p...ara llevar a cabo cierta tarea. ¿Permitiremos que nos domine el deseo de recibir las alabanzas por las buenas ideas que tuvimos y el esfuerzo que hicimos? Quienes desean ser superintendentes en la congregación o ya lo son no deben buscar las alabanzas de los demás (1 Tes. 2:6; 1 Tim. 3:1). Entonces, ¿cómo debería reaccionar un hermano cuando recibe elogios sinceros por algo que ha hecho? ¿Reconoce que si no fuera por la bondad inmerecida de Jehová no lo habría conseguido y que cualquier logro futuro depende de la bendición y el respaldo divino? (1 Ped. 4:11.) w13 15/2 4:10, 11
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