Martes 19 de abril
¿Cómo podríamos ayudar a alguien que cree que los malos deberían ser atormentados para siempre en el infierno? En primer lugar, asegurándole que los malos serán castigados (2 Tes. 1:9). Una vez aclarado eso, podríamos invitarlo a leer Génesis 2:16, 17, que muestra que Jehová le dijo a Adán que, si pecaba, sería castigado con la muerte. A continuación podríamos hacerle notar que, sin embargo, Dios no habló de ningún castigo en un infierno, y preguntarle: “Si Adán y Eva corrían peligro de ser atormentados para siempre, ¿por qué Dios no se lo advirtió? Lo justo habría sido decírselo, ¿no?”. Entonces podríamos leer en Génesis 3:19 la sentencia que Dios pronunció contra ellos después de que pecaron y señalar que en esa ocasión tampoco dijo nada sobre un infierno. Más bien, condenó a Adán a volver al polvo. Y podríamos concluir: “¿Habría sido justo decirle que iba a volver al suelo si en realidad iba a sufrir en un infierno?”. Tal vez eso haga pensar a la persona.w14 15/5 1:7, 10
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