Lunes 19 de septiembre
El que toma prestado es siervo del que hace el préstamo (Prov. 22:7).
Jehová sabe que necesitamos algo de dinero para subsistir. Pero el dinero no puede protegernos ni ayudarnos como la sabiduría divina (Ecl. 7:12; Luc. 12:15). Muchos no han calculado bien el gasto de ir a vivir al extranjero, y encima allá no hay garantías de ganar más. De hecho, hay serios peligros. Muchos regresan a su país con deudas aún mayores. En vez de estar más libres para servir a Dios, acaban esclavizados a quienes les han prestado dinero. La sabiduría divina enseña que, de entrada, lo mejor es no endeudarse. Para no tener que lamentar sus decisiones, busque la guía de Jehová antes de tomarlas y comprometerse, no después. Pídale guía, espíritu santo y sabiduría (2 Tim. 1:7). Hable con los ancianos y siga sus consejos basados en la Biblia. Así demostrará que confía en que Jehová lo ayudará como ha prometido (2 Cor. 1:24). w14 15/4 4:10, 17
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