Daré a pueblos el cambio a un lenguaje puro (Sof. 3:9).
Padres, pregúntense: “¿Dominan mis hijos el ‘lenguaje puro’ de la verdad? ¿Reflejan sus conversaciones la influencia del espíritu de Dios, o la del espíritu del mundo?”. Este mundo somete a sus hijos a enormes presiones. Por lo tanto, sean pacientes y aprovechen la Noche de Adoración en Familia y otras oportunidades para ayudarlos a cultivar una estrecha relación con Jehová (Deut. 6:6-9). Destaquen los beneficios de ser diferentes de quienes pertenecen al mundo de Satanás (Juan 17:15-17). Y esfuércense por llegar a su corazón. Al final, cada hijo decidirá si desea servir a Dios o no. Pero los padres pueden ayudarlos de muchas maneras. Está en su mano darles un buen ejemplo, fijar límites claros y hablar con ellos sobre las consecuencias de sus decisiones. Padres, nadie mejor que ustedes puede prepararlos para dedicarse a Jehová. w13 15/8 1:17, 18
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