Nosotros también podemos ver la persecución como una oportunidad de imitar a Pedro y los demás apóstoles y seguir los pasos de Jesús demostrando un espíritu de sacrificio (1 Ped. 2:20, 21). Además, esa actitud nos ayudará si alguna vez los ancianos tienen que corregirnos. Recordemos el ejemplo de Pedro cuando fue corregido y no nos ofendamos (Ecl. 7:9). Su ejemplo también nos anima a ponernos metas espirituales. Al esforzarnos por alcanzarlas, nos será muy útil tener un espíritu abnegado. Pero ¡cuidado! Nunca dejemos que nos motive el deseo de prominencia. Preguntémonos: “¿Por qué quiero servir más de lleno a Jehová? ¿Es porque deseo reconocimiento de los demás o más autoridad?”. Si detectamos indicios de egoísmo en nuestro corazón, pidámosle a Jehová que corrija nuestro modo de pensar y sentir, y entonces esforcémonos por darle gloria a él, no a nosotros mismos (Sal. 86:11). w14 15/3 1:16-18
http://wol.jw.org/es/wol/mp/r4/lp-s/w14/2014/420
Martes 4 de agosto
Rogamos: “Reconcíliense con Dios” (2 Cor. 5:20).
Muchas personas consideran un gran honor recibir un premio por algún logro notable. Por ejemplo, a algunas se les ha otorgado el Premio Nobel por sus esfuerzos en favor de la paz entre bandos rivales. Pero es un honor muchísimo mayor ser utilizados por Dios como embajadores o enviados para ayudar a otras personas a establecer relaciones pacíficas con su Creador. Los testigos de Jehová tenemos ese honor tan singular. Jehová nos utiliza para atraer a la gente hacia él, y así es como millones de personas en más de 235 países y territorios han llegado a disfrutar de una buena relación con él y a abrigar la esperanza de vivir para siempre (Tito 2:11). Con el celo que brota de un corazón sincero, invitamos a “cualquiera que desee [a que] tome gratis el agua de la vida” (Rev. 22:17). Debido a que atesoramos esta misión tan especial y la llevamos a cabo con empeño, se puede afirmar con razón que somos un pueblo “celoso de obras excelentes” (Tito 2:14). w13 15/5 2:1, 2
Lunes 3 de agosto
Hay más felicidad en dar que en recibir (Hech. 20:35).
Con esta sencilla declaración, Jesús describió la esencia de la verdadera generosidad. La persona generosa da de su tiempo, energías y recursos para beneficio de los demás, y lo hace con alegría. La generosidad no se mide por la magnitud del regalo, sino por el motivo con que se da (2 Cor. 9:7). No hay nadie más generoso que Jehová, el “Dios feliz” (1 Tim. 1:11). ¿Cómo lo demuestra Jehová? Pues bien, él satisface las necesidades de todos los seres humanos, incluso de los que no lo adoran. “Jehová es bueno para con todos.” (Sal. 145:9.) “Hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e injustos.” (Mat. 5:45.) Por esta razón, el apóstol Pablo pudo decirles a personas no creyentes que Dios “hizo bien, dándoles lluvias desde el cielo y épocas fructíferas, llenando por completo sus corazones de alimento y de alegría” (Hech. 14:17). En efecto, Jehová es generoso con todos los seres humanos (Luc. 6:35). w13 15/6 2:4, 5
Domingo 2 de agosto
Apareció también la mala hierba (Mat. 13:26).
A principios del siglo segundo “apareció [...] la mala hierba” en el “campo” de la humanidad con la llegada de los cristianos falsos. Ya para el siglo cuarto, estos supuestos cristianos superaban por mucho la cantidad de cristianos ungidos. La parábola registra este mandato de Jesús: “Dejen que ambos crezcan juntos hasta la siega” (Mat. 13:30). Dicha orden revela que, desde el siglo primero hasta nuestros días, siempre ha habido en la Tierra cristianos ungidos semejantes a trigo. Este hecho queda confirmado por lo que Jesús les dijo más tarde a sus discípulos: “Estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas” (Mat. 28:20). De modo que los cristianos ungidos contarían con la protección espiritual de Jesús todos los días hasta que llegara el tiempo del fin. Ahora bien, puesto que estaban rodeados de cristianos semejantes a mala hierba, no sabemos con certeza quiénes compusieron el trigo simbólico durante aquel extenso período. Sin embargo, algunas décadas antes de la temporada de la cosecha, el trigo comenzó a distinguirse. w13 15/7 2:3, 4
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