Durante esta celebración de la fiesta de las Cabañas, los levitas, en nombre de todo el pueblo, le dirigieron a Jehová una oración memorable (Neh. 9:1-4). De seguro los levitas acostumbraban leer la Ley de Dios, y eso los ayudó a preparar una oración tan significativa. Al principio de la oración se centraron en las obras y cualidades de Jehová. Y luego pasaron a enumerar los muchos pecados de los israelitas, pero destacaron vez tras vez la “abundante misericordia” de Dios y reconocieron sin rodeos que no la merecían (Neh. 9:19, 27, 28, 31). Si copiamos el ejemplo de los levitas y meditamos todos los días en la Palabra de Dios, podemos hacer que nuestras oraciones sean profundas y llenas de significado. De esa manera, permitiremos que Jehová sea el primero en hablar y tendremos más cosas que decirle (Sal. 1:1, 2). Los levitas solo le hicieron una humilde petición personal a Jehová (Neh. 9:32). ¿Qué aprendemos de su ejemplo? Que en nuestras oraciones primero debemos alabar y dar gracias a Jehová y después hacerle nuestras peticiones personales. w13 15/10 3:5-7
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viernes, 22 de mayo de 2015
Viernes 22 de mayo
Estuvieron haciendo confesión e inclinándose ante Jehová su Dios (Neh. 9:3).
Durante esta celebración de la fiesta de las Cabañas, los levitas, en nombre de todo el pueblo, le dirigieron a Jehová una oración memorable (Neh. 9:1-4). De seguro los levitas acostumbraban leer la Ley de Dios, y eso los ayudó a preparar una oración tan significativa. Al principio de la oración se centraron en las obras y cualidades de Jehová. Y luego pasaron a enumerar los muchos pecados de los israelitas, pero destacaron vez tras vez la “abundante misericordia” de Dios y reconocieron sin rodeos que no la merecían (Neh. 9:19, 27, 28, 31). Si copiamos el ejemplo de los levitas y meditamos todos los días en la Palabra de Dios, podemos hacer que nuestras oraciones sean profundas y llenas de significado. De esa manera, permitiremos que Jehová sea el primero en hablar y tendremos más cosas que decirle (Sal. 1:1, 2). Los levitas solo le hicieron una humilde petición personal a Jehová (Neh. 9:32). ¿Qué aprendemos de su ejemplo? Que en nuestras oraciones primero debemos alabar y dar gracias a Jehová y después hacerle nuestras peticiones personales. w13 15/10 3:5-7
Durante esta celebración de la fiesta de las Cabañas, los levitas, en nombre de todo el pueblo, le dirigieron a Jehová una oración memorable (Neh. 9:1-4). De seguro los levitas acostumbraban leer la Ley de Dios, y eso los ayudó a preparar una oración tan significativa. Al principio de la oración se centraron en las obras y cualidades de Jehová. Y luego pasaron a enumerar los muchos pecados de los israelitas, pero destacaron vez tras vez la “abundante misericordia” de Dios y reconocieron sin rodeos que no la merecían (Neh. 9:19, 27, 28, 31). Si copiamos el ejemplo de los levitas y meditamos todos los días en la Palabra de Dios, podemos hacer que nuestras oraciones sean profundas y llenas de significado. De esa manera, permitiremos que Jehová sea el primero en hablar y tendremos más cosas que decirle (Sal. 1:1, 2). Los levitas solo le hicieron una humilde petición personal a Jehová (Neh. 9:32). ¿Qué aprendemos de su ejemplo? Que en nuestras oraciones primero debemos alabar y dar gracias a Jehová y después hacerle nuestras peticiones personales. w13 15/10 3:5-7
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