Martes 18 de octubre
Jehová es mi ayudante; no tendré miedo (Heb. 13:6).
Un anciano experimentado que vive en un país pobre comenta: “Muchas veces la gente habla de lo felices que somos los testigos de Jehová”. Y agrega: “También se da cuenta de que hasta los hermanos pobres siempre van bien vestidos y parecen tener más que otros de su entorno”. Esto prueba que la promesa que Jesús hizo a los que ponen primero el Reino se cumple (Mat. 6:28-30, 33). Su Padre celestial lo ama y desea lo mejor para su familia. La Biblia dice que “sus ojos están discurriendo por toda la tierra para mostrar su fuerza a favor de aquellos cuyo corazón es completo para con él” (2 Crón. 16:9). Él nos ha dado mandatos sobre cómo cuidar de la familia para que nos vaya bien. Cuando le obedecemos, demostramos amor y confianza en él. “Pues esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus mandamientos no son gravosos.” (1 Juan 5:3.) w14 15/4 4:19, 20
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